Enrique Grau Moliner
gerente del restaurante El Palacio de la Bellota, de Valencia, vio con asombro cómo el pasado miércoles el Ayuntamiento embargó un horno microondas del establecimiento. El horno fue precintado. El embargo tiene su origen en el impago de una sanción de 2.500 pesetas impuesta hace tres años por el Ayuntamiento a Enrique Grau por cocinar una paella para 2.000 personas en una céntrica calle valenciana con motivo de la inauguración de otro establecimiento de su propiedad. Grau se ha negado a pagar la sanción, que ha experimentado sucesivos recargos, por lo que el Ayuntamiento le reclama ahora 11.250 pesetas, por considerar ilógico que le sancionen por invitar a todos los vecinos de la barriada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.