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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La 'mili' obligatoria

Oigo en el telediario nocturno del 11 de abril que nuestro ministro de Defensa ha afirmado ser partidario del servicio militar obligatorio (SMO) por tratarse de una conquista de la democracia. El SMO es contrario al modo correcto de legislar (que debe ele-Pasa a la página siguiente

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gir, entre dos normas igualmente efectivas para cubrir una necesidad pública como la defensa, aquella que restrinja menos la libertad de los ciudadanos) y atenta contra un derecho fundamental al privar gratuitamente de libertad de movimientos (confinamiento) a algunos ciudadanos, socavando así los fundamentos mismos del Estado de derecho. Además, en su actual forma es inconstitucional, pues las mujeres no deben hacerlo, aunque sí pueden realizar la carrera militar (no estoy proponiendo con esto que lo hagan, por supuesto); de hecho, y en contra de la Constitución (artículo 30.1), sólo los varones tienen el deber, además del derecho, de "defender a España"; esto es discriminación por razón de sexo, y hasta ahora no conozco a nadie que haya probado lo contrario.

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Pero yo pensaba que era un tema serio. Si llego a saber que el mismísimo ministro encargado del asunto se lo toma a cachondeo me hubiera ahorrado las cinco páginas de trabajo. Y a cachondeo se lo debe tomar pues la "razón" que aduce no sólo es falsa en tanto que hecho (el SMO se impone en España con los Borbones, a principios del siglo XVIII), sino que, mantenida como razón en serio, dice muy poco acerca de la finura intelectual de quien la sostiene, por lo que prefiero pensar que nuestro flamante ministro es más bien un bromista. Pero muchos no estamos para bromas, y quizás nuestro ministro tampoco lo estaría si no hubiera tenido la suerte de ser inepto (para el SMO, entiéndase bien) y no poder disfrutar del privilegio de tal conquista.

No sólo te roban gratuitamente un trozo de la vida, sino que te quieren hacer creer que eso es prestar un servicio a la democracia (encima de cornudo, apaleado, reza el refrán). Aristóteles decía que se tiene la obligación de cumplir las leyes incluso cuando se está en contra, salvo en casos que afecten a los principios elementales del gobierno público. Éste es uno de tales casos. No sé si tendré valor para seguir la máxima aristotélica, pero sí sé que, excepto en caso de extrema gravedad, no volveré a votar a gobernantes tan (en el mejor de los casos) bromistas. Que se cubra de... gloria sin mí. Tras la declaración del ministro hay, sin embargo, algo alentador: si llegan a decir tales insensateces es que se les están acabando las razones. Ahora sólo falta que tengan la honestidad de obrar en consecuencia.-

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