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Como una moto

Cerca del 5% de los niños padece hipercinesia o exceso de actividad

Son críos que siempre están nerviosos y agitados, provocan ruido constantemente y prefieren correr a caminar. No pueden estar ni un sólo minuto quietos y no se concentran en nada. Pueden ser incluso obstinados y fanfarrones, pueden tener falta de autoestima y temperamento explosivo. Son los niños hipercinéticos. Se estima que entre el 3% y el 5% de la población infantil padece esta curiosa enfermedad. Las causas que la provocan son diversas y van desde el nacimiento prematuro a los trastornos neurológicos. Sorprendentemente, el tratamiento farmacológico que se suele prescribir es un estimulante clásico que ha perdido todas las indicaciones y que parece ser efectivo en este caso: las anfetaminas.

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La característica común a todos los niños hipercinéticos es que no pueden dejar de moverse. Desarrollan una actividad motriz exagerada y generalmente desordenada, tienen dificultad para concentrarse y finalizar cualquier trabajo y no pueden permanecer sentados ni tan siquiera para ver la televisión. El doctor valenciano Fernando Mulas, jefe del departamento de neuropediatría del hospital La Fe de Valencia, los define de la siguiente manera: "Cogen un libro, lo dejan, abren el grifo del agua o tocan cualquier otra cosa, vuelven a por el libro, lo dejan, cogen un juguete, se sientan y al momento se levantan, corren por la casa cambiando de actividad constantemente, y así durante horas y horas"."Sin embargo, es muy dificil distinguir, entre los dos y cuatro años de edad, los niños que son hipercinéticos de los que simplemente son muy activos, inquietos, bulliciosos o muy sociables", añade Miguel Herrera, director de la escuela provincial de Puericultura de Las Palmas.

Déficit de atención

Según Herrera, generalmente se diagnostica por vez primera hipercinesia, o "síndrome de déficit de atención", cuando los niños acuden a la guardería. "En la mayoría de los casos", comenta Herrera, "son los profesores los que comunican a los padres que los pequeños son incontrolables, dan gritos, son desatentos, provocan peleas, muerden a sus compañeros y no responden a los castigos que se les imponen". A juicio del médico canario, son niños que a menudo dan la impresión de que no escuchan o de que no oyen lo que se les dice.Los síntomas que constituyen este síndrome son, en opinión de los expertos, muy diversos. Además de los anteriormente citados, cabe señalar obstinación, fanfarronería, falta de autoestima y temperamento explosivo.

Las ciusas del trastorno son igualmente numerosas. "En la década de los años cuarenta se creía que el motivo principal de este comportamiento se debía a un desarrollo retardado del sistema nervioso central", añade el facultativo. "Pero se ha comprobado que ese no es el origen, sino que influyen numerosos factores: neurológicos, ambientales, psicopedagógicos y genéticos".

Los expertos también apuntan como origen de la hipercinesia el hábito en las mujeres embarazadas de fumar o el consumo de alcohol durante la gestación, aunque ninguno de los facultativos consultados apunta una causa única como origen de la enfermedad y sí admiten que son varios los motivos.

Entre las causas destaca el ruido, que produce alteraciones del sistema nervioso, así como un ambiente familiar conflictivo o con continuos cambios de domicilio. La hipercinesia es común en edades anteriores a los siete años, tiene una duración de al menos seis meses y afecta en mayor medida a los niños que a las niñas.

"Es agotador. Al principio pensaba que el niño era muy inquieto, muy despierto, y la verdad es que me hacía gracia", cuenta Carmen, madre de un niño de ocho años con síndrome de hipercinesia. "Pero cuando vi que pasaban los años y el crío seguía igual, empecé a preocuparme seriamente y decidí llevarlo al médico", añade. Su hijo, Andrés, cursa actualmente cuarto de educación general básica.

Malas notas

Fueron precisamente las malas notas las que impulsaron a los padres de Andrés a acudir en busca de ayuda profesional. Fueron a visitar a un psicólogo. "Es lo que sucede con mayor frecuencia", afirma Fernando Mulas, para quien el fracaso escolar es uno de los síntomas más claros que presenta este significativo colectivo infantil.Los niños hipercinéticos no suelen padecer lesiones cerebrales, "aunque muchos presentan lo que se denomina disfunción (alteraciones funcionales) cerebral", asegura Mulas.

Actualmente, según mantienen los expertos, no existe una prueba definitiva de laboratorio que confirme o rechace el diagnóstico.

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