Cambios de difícil digestión
C. Y., Las nuevas retribuciones fijadas para los militares han despertado polémicas en el seno de los ejércitos y suspicacias entre los funcionarios civiles. Las unas o las otras, o quizás ambas, han llevado al ministro de Defensa, Narcís Serra, a ordenar en su departamento que no se explique a la opinión pública las consecuencias de un decreto que puede avivar más los recientes recelos surgidos en algunos colectivos al conocer el proyecto de ley de la Función Militar, actualmente en trámite en las Cortes.
La novedad más llamativa del decreto es que los subtenientes (suboficiales de mayor empleo) ganarán más que los oficiales de menor empleo, es decir, tenientes y alféreces. Es la primera vez en que un hecho así ocurre en los ejércitos y ya empieza a ser contestado. Varios tenientes han enviado escritos a Serra en los que se afirma que "no se considera lógicoasignar al empleo de subteniente unas retribuciones superiores a las de teniente", por lo que solicitan "sea rectificado el decreto en lo relativo a la cuantía de complemento específico del empleo de teniente".DiscusionesLas diferencias entre ambos escalones ya han originado esta semana, en la Región Centro, fuertes discusiones y hasta enfrentamientos en el Cuartel General del Ejército, Gobierno Militar, Capitanía, Mando Logístico Interregional y Acadenúa de Ingenieros.
Hasta ahora, los sueldos, como los ascensos, estaban ligados casi en exclusiva a la antigüedad. El proyecto de ley de la Función Militar romperá en parte con ese principio. Esa ley, además, pretende dignificar la carrera de suboficial, por lo que es lógico que persiga un mejor trato retributivo para los suboficiales de mayor empleo. Elprincipio, aceptado de forma global, origina también extrafías consecuencias. Así, un suboficial que, tras realizar cursos y superar pruebas, logre ascender a oficial cobrará menos que quienes no superen esas pruebas.
Los funcionarios civiles y el personal laboral destinado en Defensa también ha observado con recelo una subida salarial tan importante para sus compañeros de uniforme. Hasta ahora, reconocían que los salarios de los militares estaban por debajo de los del resto de funcionarios.
En junio de 1984, se aprobó una ley para equiparar los sueldos militares a los del resto de funcionarios. Meses más tarde, los sueldos de los funcionarios civiles fueron incrementados y, de nuevo, las retribuciones militares quedaron por debajo hasta hoy.
Pese a ello, los incrementos salariales para los militares han sido ahora tan elevados en relación con los funcionarios civiles que éstos ya empiezan a reclamar que, a partir de ahora, serán los civiles los que resulten discriminados.
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