Mark Phillips,
esposo de Ana de Inglaterra, única hija de la reina Isabel II, visitó ayer por primera vez el Real de la feria de Sevilla. El capitán Phillips, de 40 años, dio un paseo por el recinto ferial en un hermoso faetón propiedad del empresario Manuel Sánchez Ibargüen, y luego visitó la caseta El Acopiador perteneciente a una empresa constructora. La estancia de Mark Phillips en Sevilla causó un gran revuelo entre los periodistas, varios de los cuales eran británicos, que tuvieron que correr durante un buen rato tras el enganche para conseguir las fotos. El yerno de la soberana británica viajó inesperadamente a Andalucía después de reunirse, en su casa de Gloucestershire, durante seis horas con su esposa y presumiblemente discutir sobre la crisis matrimonial de la pareja, que esta semana ha llenado las páginas de los medios de comunicación de las islas tras conocerse la existencia de cuatro cartas personales enviadas a la princesa por el asistente de su madre la reina, el capitán de fragata Timothy Laurence, de 34 años, que fueron robadas y enviadas posteriormente al diario londinense The Sun, que no las publicó y dio aviso a Scotiand Yard. La policía investiga quién fue el ladrón de las misivas, que desaparecieron de un maletín donde la princesa Ana, de 38 años, las había guardado días pasados tras retirarlas de su escritorio. Por su parte, Mark aparece implicado en el asunto de las relaciones de Pamella Bordes con numerosas personalidades de la política del Reino Unido. Phillips vino el pasado martes a la Costa del Sol, según parece, por asuntos profesionales, pues asesora a una empresa española en la construcción de un complejo ecuestre, y aprovechó su viaje para asistir a la Feria de Abril.
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