Tres meses sin atentados
El País Vasco llevaba tres meses sin sufrir un atentado, a excepción de un pequeño artefacto que hizo explosión el 14 de marzo en Vitoria y del que se responsabilizó el grupo Iraultza. El último ocurrió el pasado 8 de enero, a las pocas horas de que ETA hiciese pública su oferta de tregua, al explotar dos bombas en sendos concesionarios de marcas francesas. Antes de anunciar, el mencionado día 8 de enero, su primera tregua, ETA realizó durante el mes de diciembre de 1988 y los primeros días de 1989 siete atentados causando la muerte de dos personas e hiriendo a ocho.El atentado más sangriento de los siete fue el 18 de diciembre, cuando la explosión de un coche bomba, detonado al paso de un convoy del Cuerpo Nacional de Policía compuesto por tres furgonetas que se dirigían al campo de fútbol de Ipurún para prestar vigilancia en un partido de Segunda División, produjó la muerte de un oficial de policía. Otros tres agentes y un civil resultaron heridos.
Cuatro días después, el 22 de diciembre, fue asesinado en Zarautz (Guipúzcoa) el proprietario del pub Antxi, por una persona que le efectuó dos disparos en la cabeza. Al día siguiente, la explosión de una trampa bomba colocada en los alrededores del cuartel de Alsasua (Navarra) arrancó la pierna derecha a un cabo de la guardia civil. Minutos antes, el cuartel había sido atacado por un comando terrorista que lanzó cuatro granadas con mecanismo temporizador. Ese mismo día, dos personas más resultaron heridas por la explosión, al paso de un convoy de la Guardia Civil, de un artefacto colocado en el arcén de la autopista Bilbao-Behobia.
Por último, el 5 de enero del presente año el industrial vasco Antxon Vicuña sufrió lesiones leves al estallarle un paquete que había sido remitido a su socio, Maki Aseguinolaza, que ejerció de intermediario en el secuestro de Emiliano Revilla, a la sede de sus oficinas en Bilbao. Los dos últimos atentados se produjeron a las pocas horas del anuncio de la tregua del 8 de enero, cuando dos artefactos explosionaron en concesionarios de Citroën y Renault de Logroño.
