Un largo regateo
En la pugna de intereses entre KIO y Construcciones y Contratas para la transmisión de la participación que el grupo árabe tenía en Cartera Central, los representantes de los Albertos exigieron desde un primer momento el cumplimiento de los estatutos de Cartera Central, que, en su opinión, obligaban a la oficina kuwaití a permanecer en la empresa conjunta durante un plazo mínimo de cinco años.KIO, por su parte, decidió presentar oficialmente una oferta de venta al grupo de los Albertos en la que incluía el precio de 42.000 millones. En su defecto, el grupo árabe amenazaba con vender a terceros. Este precio permitía a KIO la recuperación de las plusvalías realizadas con las continuas transmisiones de los títulos del Banco Central entre unas y otras filiales de la oficina kuwaití. No hay olvidar que las acciones de KIO en el Banco Central estuvieron primero en manos de GSM Securities; después pasaron a Torras Hostech para desembocar finalmente en Koolmees.
Construcciones y Contratas no respondió a la oferta, pese a múltiples contactos mantenidos por KIO con los máximos responsables de Cartera Central, encabezados por Boyer. Por ello, a los tres días de presentada la oferta, KIO decidió retirar su propuesta de venta a Construcciones y Contratas, al tiempo que solicitaba la convocatoria de un consejo de administración en Cartera Central con objeto de exponer oficialmente sus planes. KIO y Construcciones y Contratas protagonizaron una verdadera guerra fría durante las dos primeras semanas de marzo, hasta que el día 15 del pasado mes los máximos responsables del grupo árabe viajaron a Madrid para entrevistarse con sus socios españoles. La reunión del consejo, saldada con un vago y escueto comunicado oficial, sirvió de antesala para la reanudación de las negociaciones culminadas ayer.
