Eusko Alkartasuna confirma su nacionalismo radical y la defensa del derecho a la autodeterminación
VICTORINO RUIZ DE AZÚA, Eusko Alkartasuna (EA) mantiene su intención de disputar el espacio nacionalista a otras formaciones que considera tibias en la defensa de principios como el derecho de autodeterminación y la unidad de los territorios vascos por encima de la frontera hispano-francesa. Esta estrategia ha sido ampliamente confirmada en el segundo congreso del partido, clausurado ayer en Bilbao. Carlos Garaikoetxea, reelegido presidente, aseguró que "sin Navarra e Iparralde" (País Vasco francés) la comunidad vasca no está completa. Inaxio Oliveri vuelve a desempeñar la secretaría general.
Garaikoetxea dedicó gran parte del discurso de clausura a hacer patente su reconocimiento de la pluralidad del País Vasco y su convicción de que la solidaridad con otros pueblos se encuentra entre las señas de identidad de una fuerza progresista. "Nuestro pueblo es trilingüe", dijo. "Aceptamos la pluralidad cultural y también política que este fenómeno genera".El reelegido presidente se mostró contundente, sin embargo, en la afirmación de los principios del nacionalismo radical. Tras una referencia a las revueltas étnicas del Este de Europa, argumentó que "el nacionalismo no ha muerto, el que muere cada cierto tiempo es el gran nacionalismo, que pretende asimilar culturas y borrar conciencias colectivas para imponer la suya propia".
No habrá un País Vasco digno de tal nombre, según el ex lehendakari, sin el euskera como lengua nacional y sin la unidad política de la actual comunidad autónoma vasca, Navarra y las regiones vascas del Estado francés. Garaikoetxea se mostró convencido de la modernidad de estos planteamientos ampliamente refrendados en el congreso, y recordó que hace pocos años la ikurriña o el nombre de Euskadi eran considerados conceptos irreales o ajeno a la historia y hoy son acepta dos como símbolos oficiales "de mejor o peor grado".
Además del presidente, el congreso reeligió al secretario general, Inaxio Oliveri. De la Ejecutiva nacional, formada por 13 miembros, nueve se incorporan al cargo por primera vez y sólo cuatro repiten.
Dos mujeres
Entre las incorporaciones destaca Jesús Larrañaga, uno de los padres fundadores del grupo cooperativo de Mondragón, que se encargará del área de asuntos económicos y política sectorial. Dos de los 13 secretarios ejecutivos son mujeres Los congresistas rechazaron por amplia mayoría una enmienda destinada a limitar al 70% la presencia máxima de cada uno de los sexos en los órganos directivos del partido y la sustituyeron por una declaración favorable a un progresivo reequilibrio entre responsables varones y hembras.
En cambio, fue derrotada la propuesta oficial de introducir un sistema de listas cerradas en la elección de las ejecutivas. Este procedimiento debía permitir una coherencia mayor en el funcionamiento de los equipos directivos, según la propuesta al congreso. Los delegados se pronunciaron en contra, argumentando la soberanía plena del congreso en la designación de los responsables del partido.
Participaron en la clausura representantes de partidos nacionalistas catalanes, gallegos y andaluces, del Frente Polisario y de formaciones nacionalistas europeas. No asistieron, pese a haber sido invitados, ni el PNV ni Herri Batasuna.
El secretario general de Euskadiko Ezkerra, partido que comparte con EA el control de la Diputación de Guipúzcoa pronunció un discurso crítico y poco protocolario. Aulestia previno a los congresistas contra el peligro del esencialismo y de la oposición a ultranza y rechazó cualquier clase de competición por ver quién es más nacionalista en Euskadi.
Internacional nacionalista
Por otra parte, Eusko Alkartasuna intenta construir junto con otros partidos nacionalistas europeos una organización capaz de aumentar su presencia y unificar su voz ante las instancias comunitarias. Una veintena de formaciones vario pintas trabajan en común en el seno de la Alianza Libre Europea (ALE), que comparte con los ecologistas los escaños del grupo Arco Iris en el Parlamento de Estrasburgo.
Para la mayoría de estos partidos, muy alejados del poder en sus ámbitos electorales respectivos, la presencia de Garaikoetxea en sus filas ha significado un factor de respetabilidad en sus propios países. El líder de EA ha presidido un Gobierno autónomo con un Parlamento, policía, televisión, presupuestos multimillonarios y muchos otros signos externos inimaginables para corsos, bretones, galeses, escoceses o frisones. La presencia de Garaikoetxea ha sido más agradecida por el fracaso anterior de la estrategia de unión nacionalista en Cataluña y Euskadi, animada fundamentalmente por los flamencos de la Volksunie, partido integrado en la coalición de Gobierno de Bélgica.
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