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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La mala hora

A medida que la crisis del petróleo va siendo historia, se deja sentir en cada vez más amplios estratos de la sociedad la sensación de que una indeseable herencia del pasado gravita sobre la población española y europea: el cambio de horario.La medida de modificar los horarios en marzo y octubre, bajo pretexto de un cierto ahorro energético, es relativamente reciente, obedece a la política de crisis, la crisis del petróleo, el pánico del final de la energía. Pero es lo cierto que ya no existe tal crisis, que se han vuelto a encender los escaparates de las tiendas, y las iluminaciones de las calles, y las televisiones han prolongado sus emisiones las 24 horas. Es lo cierto que hablar en 1989 de 6.000 o 7.000 millones de ahorro es como citar la calderilla del pacto social, o del tren de alta velocidad, o una décima de punto en las retenciones del IRPF. Los setenta se han ido, llevándose su catastrofismo milenario.

Pero queda la mala hora, la alteración del sueño y los problemas de niños y adultos para adaptarse a una ruptura de sus ciclos vitales más telúricos. Queda la alteración de siglos de cultura, queda la muerte de Lorca y sus A las cinco en punto de la tarde", queda el banco pintado del cuartel y su plantón perpetuo.

Y queda la estupidez de los colectivos ecologistas, que se desviven y organizan campañas por cualquier pavipollo escaso, mientras desprecian la alteración de los ciclos vitales de sus propios hijos. Y queda la frivolidad del defensor del gentío (o del pueblo) que clama por algún mal trato de palabra a algún remoto ciudadano, sin inmutarse por la tortura sistemática a millones de ciudadanos en sus funciones biológicas acuñadas por los siglos de los siglos.

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Se fue la crisis. Quedó la mala hora. Y con ella, la reiterada evidencia de que sí es difícil tomar una medida cuando es buena, retirarla cuando ha dejado de serlo se toma prácticamente imposible.-

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