La tregua de unas horas en Beirut dio paso a nuevos combates entre cristianos y tropas sirias

Los cristianos Libaneses pasaron la mañana de ayer amontonando sacos terreros y protegiendo sus refugios, después de 12 horas de intensos e ininterrumpidos bombardeos entre milicias cristianas y tropas sirias. Poco duró la calma, pues después del mediodía la artillería siria y las piezas de sus aliados musulmanes comenzaron a sembrar de proyectiles las zonas cristianas que rodean la capital.

El general cristiano Michel Aun, que se ha conjurado para "arrojar de Líbano a los sirios", lo que ha desencadenado en los últimos 12 días los más violentos combates que se recuerdan en la capital en los últimos años, ordenó a sus piezas artilleras abrir fuego contra el sector musulmán occidental de Beirut, donde se hallan acontonados unos 10.000 soldados sirios."El bombardeo del sábado al domingo fue tan violento que ni las gentes que se protegían en los refugios subterráneos estaban a salvo", decía un residente del barrio cristiano de Beirut. "Fue terrible. Algunas zonas parecían como si hubieran sufrido un terremoto".

"Fue como si todas las puertas del infierno se hubieran abierto a la vez", dijo un residente de Beirut este, hablando por teléfono desde un refugio subterráneo en el que se oían llantos y gritos de mujeres y niños.

Las emisoras cristianas y musulmanas cifraron en unos 5.000 los proyectiles de cañón que cayeron en las 12 horas de bombardeo que afectó a todos los sectores de Beirut, las aldeas cercanas y el valle de la Bekaa, controlado por las tropas sirias. Los bombardeos destruyeron e incendiaron decenas de tiendas, casas, talleres, automóviles y parques de pinos.

Las tropas sirias y sus aliados los musulmanes izquierdistas libaneses han mantenido una brutal batalla de artillería en los últimos 12 días con las tropas cristianas del general Michel Aun. Los enfrentamientos se endurecieron después de que el general Aun jurara el viernes echar a los 25.000 soldados sirios estacionados en Líbano aún a riesgo de que en la batalla quedara destruido totalmente Beirut.

Siria, que apoya el Gobierno libanés que encabeza el musulmán suní Selim Hoss, ha rechazado la amenazas de Aun y ayer reiteré su determinación de seguir en Líbano, recordando que está en juego el destino del país.

80 muertos

En los enfrentamientos de los últimos días han muerto al menos 80 personas, resultando heridas otras 335. En los bombardeos de la madrugada de ayer murieron al menos seis soldados sirios en Beirut oeste.

La última erupción violenta en los 14 años de guerra civil libanesa fue por el bloqueo de Aun a los puertos ilegales, que constituyen el principal medio de ingresos de las milicias libanesas.