Victoria socialista en las municipales francesas
El Partido Socialista (PS) se convirtió ayer en el vencedor de las elecciones municipales francesas, al confirmar en la segunda vuelta los progresos apuntados hace siete días. El PS gana de 12 a 15 grandes ciudades, entre ellas Estrasbargo, la sorpresa de la jornada. El PS es el único partido que aumenta su número de alcaldías; los comunistas pierden 5, entre ellas Amiens; la Asamblea por la República (RPR), dos, y la Unión por la Democracia Francesa (UDF), cuatro.
Los socialistas pasarán de ostentar 66 grandes alcaldás a gobernar al menos en 78, arrebatando a la derecha Estrasburgo, Mulhotise, Brest, Dunkerque, Tourcoing, Orleans, Blois, Aix-en-Provence, Salon-deProvence, Avignon, Quimper. y Béziers. Los socialistas mantienen además Lille, Belfort y Mett, donde ha sido reelegido el centrista Jean-Marie Rausch, ministro de Comercio Exterior y símbolo de la apertura política. El Partido Comunista Francés (PCF) pierde cinco grandes municipios, entre ellos Amiens, la segunda ciudad comunista en número de habitantes, en su poder desde hace 18 años. En Le Havre, el primer municipio comunista, el alcalde ha sido reelegido.En la derecha, el RPR pierde dos ciudades, pasando de 47 a 45, mientras que la UDF gobernará en 37, cuatro menos que las 41 actuales. Otras listas de derecha pierden tres alcaldas, pasando de 18 a 15 ciudades. Michel Noir, candidato del RPR en Lyón, confirma su éxito de: la primera vuelta y se adjudica la victoria en los nueve distritos de la tercera ciudad de Francia. Asimismo, Robert Vigouroux, alcalde de Marsella expulsado del PS, reedita su triunfo del domingo pasado y consigue el pleno en los ocho sectores de la capital mediterránea. El alcalde de París, Jacques Chirac, repite su Grand Chelein de 1983 y gana en toda la capital, pese al mantenimiento en, el distrito 20 del laer del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, que no ha podido impedir la victoria total del presidente del RPR. A Le Pen, con un 11,3%, le han faltado cuatro puntos para ser concejal de París.
El obstáculo "ultra"
El mantenimiento de las candidaturas de extrema derecha, sin embargo, ha evitado la victoria de la derecha en algunas ciudades, como Aix-en-Provence. En general, la presencia del FN ha perjudicado más a la derecha que la de los ecologistas a la izquierda, aunque ambas fuerzas han resistido bien. la inercia del "voto útil". El FN, que estará presente en numerosos consitorios, no ha podido conquistar, como pretendía, la alcaldía de Cagnes-sur-Mer, pero tendrá un alcalde en una localidad menor.
El conjunto de la izquierda obtiene un 53% de los votos, frente a un 45% de la derecha, según los datos globales facilitados anoche por el Ministerio del Interior. El avance de la izquierda, en especial de los socialistas, se ha visto favorecido por el aumento de la participación, entre uno y dos puntos más que en la primera vuelta. La abstención, en un día soleado en casi todo el país, fue ayer del 25%-26%, unos seis puntos más que en 1983.
Todos los dirigentes políticos reconocieron la victoria socialista, aunque Chirac y Alain Juppé (RPR) destacaron que el avance del PS no logra compensar las pérdidas -se queda a mitad de camino- de hace seis años. Chirac dijo que su éxito en París se debía "al esfuerzo de renovación y a la unidad" de la derecha, mientras que Viléry Giscard d'Estaing (UDF) lamentó la división en algunas ciudades. El primer ministro, Michel Rocard, subrayó la victoria del presidente de la República, del Gobierno, de la mayoría presidencial y de la vida municipal. El primer ministro destacó también la irrupción de las mujeres en las grandes alcaldías, como la rocardiana Catherine Trautinann en Estrasburgo. Todos los ministros han sido elegidos, excepto Pierre Joxe, Georges Sarre, Paul Quiles y Tony Dreyfus, derrotados los cuatro en París.
Pierre Mauroy, primer secretario del PS y reelegido alcalde de Lille, saludó los resultados como "la victoria de la unión de la izquierda, decidida por la dirección del PS, y amplificada por la apertura política". Un Mauroy satisfecho reafirmaba así la opción del partido de negociar hasta el final con el PCF, criticada por algunos sectores socialistas, al tiempo que reconocía las virtudes de la apertura al centro encabezada por Rocard. El mantenimiento de la lista coumnista en Sarcelles permitió la reelección del alcalde del RPR. Sin embargo, el secretario general del PCF, Georges Marchais, acusó a los socialistas de "aliarse abiertamente con la derecha" en algunos municipios.
Del total de casi medio niillón de puestos de concejales a cubrir, el 80% fue elegido ya en la primera vuelta, por lo que los escaños que se completaron ayer eran sólo 93.671. En las ciudades mayores de 30.000 habitantes se produjeron 47 duelos izquierda-derecha -el tradicional enfrentamiento en ballotage-, pero también 16 elecciones con cuatro listas y 58 con tres, una de las principales caracteríticas de estas municipales, debido al mantenimiento del FN en 45 localidades y de los verdes en 16.
Michel Noir, un rival para Chirac
El próximo viernes, Michel Noir se sentará en el sillón de la alcaldía de Lyón. De los 73 concejales, 52 serán del RPR y sólo 14 de la UDF, el grupo del alcalde saliente, Francisque Collomb, avasallado en la primera vuelta por la marea negra de Noir (43% de los votos frente al 18%). En una ciudad, la tercera de Francia, en la que los alcaldes suelen morir en su sillón, será la primera vez des de 1905, cuando fue elegido Edouard Herriot, que un can didato derrota a monsieur le maire. Noir es el gran triunfa dor y prácticamente la única excepción de estas elecciones municipales sin apenas influencia en la política nacional. Porque la amplitud de su victoria le convierte en una alternativa a Jacques Chirac para dirigir en el futuro a la derecha. Casado, padre de seis hijos y abuelo a los 45 años, Michel Noir, de 1,97 de estatura y 100 kilos de peso, es el prototipo de una nueva imagen que la derecha intenta forjar para recuperar el poder perdido en 1981. Atractivo, seductor, moderno, aunque también autoritario según sus detractores, Noir es uno de los puntales del sector renovador del R.PR, junto a los reelegidos alcaldes de Grenoble, Alain Carignon, y de Epinal, Philippe Séguin.La victoria de Noir es a la vez el triunfo de la estrategia del secretario general del RPR, Alain Juppé, empeñado desde las últimas elecciones presidenciales en modernizar el partido, abrirlo hacia el centroy desprenderlo de su discurso conservador. Juppé fue el máximo valedor de la candidatura de Noir en Lyón, contra los deseos del propio Chirac y del ala dura representada por Charles Pasqua o Bernard Pons. La negativa a pactar con el Frente Nacional es la pared maestra de esa estrategia, de la que Noir fue siempre un adelantado. En mayo de 1987 condenó los flirteos. con Jean-Marie Le Pen ál escribir en Le Monde que era preferible perder una elección que el alma, afirmación que le valió el ostracismo en el partido, pese a que su excelente resultado en las legislativas de 1986 -superó a Raymond Barre en Lyón- había sido premiado por Chirac con la cartera de Comercio Exterior durante la cohabitación.
Noir afirma que se convirtió en gaullísta el día en que, en los años sesenta, visitó el campo nazi.
Licenciado en Derecho y en Políticas, amante de tocar el violonchelo y experto jugador de ajedrez, dirigió en 1968 a los estudiantes gaullistas en Lyón y apoyó en 1974 a Jacques Chaban-Delmas. Aunque mantiene las formas con el alcalde de París, Noir considera que "el problema de Chirac es que no ha encontrado su Colombey" como De Gaulle. Charles Béraudier, presidente de la región Ródano-Alpes fallecido recientemente, haba alertado a Chirac: "Desconfiad de este Noir. Nada le detiene. Es capaz, cuando llegue al cielo, de pedirle a san Pedro su manojo de llaves".
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