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Oleada de protestas en Turquía por la prohibición del velo a las universitarias

Millares de integristas islámicos protestan desde el pasado viernes en diversos puntos de Turquía contra la decisión del Tribunal Constitucional de anular una ley que autorizaba a las estudiantes universitarias el uso del velo para cubrir la cabeza según el rito islámico. Las autoridades denuncian la mano del régimen del ayatolá Jomeini en un movimiento que choca frontalmente con el laicismo consustancial al Estado republicano.

La revuelta de unos cuantos millares de integristas ha reavivado la vieja querella entre republicanos jacobinos, defensores del laicismo, e integristas islámicos.Las protestas del viernes se conocen ya por la Prensa como el viernes negro. Inmediatamente después de la oración, se celebraron manifestaciones en la capital turca, Ankara, así como en Estambul, Adana (en el Sur) y Bursa (en el Oeste). La policía detuvo a 71 personas. Ocho de ellas, detenidas en Estambul, son de nacionalidad iraní, según las autoridades turcas, que consideran que las protestas fueron teledirigidas desde Teherán.

["Creemos que las protestas son resultado de la provocación de fuerzas externas. Son sistemáticas", aseguró una fuente policial citada por la agencia . "Estamos investigando informes de diferentes ciudades. Se ha observado que algunas personas fueron provocadas en las mezquitas por otras, y que éstas últimas eran de origen extranjero."]

Al viernes negro sucedió un domingo también activo, con marchas en Estambul y Ankara, y otras 13 detenciones.

Entre los gritos lanzados por los integristas, que pedían al pueblo que declarase la guerra santa contra los no creyentes, se encontraban los siguientes: "Abajo los enemigos del velo", "Evren, dimisión" y "Evren-Rushdie, mano a mano".

Kenan Evren es el actual presidente de la República y encabezó, cuando era jefe del Estado Mayor, el golpe de Estado de septiembre de 1980. Los militares acabaron con el sistema democrático, hicieron aprobar una nueva Constitución en 1982 y pusieron en marcha un lento proceso de vuelta al parlamentarismo y a las libertades democráticas.

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A petición de Evren, heredero del espíritu civilista impuesto al Estado por el padre de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Atatürk, el Tribunal Constitucional decidió anular la ley que autorizaba los turbantes, por encontrarla contraria a los principios laicistas del régimen republicano.

Irán, que según la Prensa turca (que coincide en esto con las autoridades) está detrás de las protestas, organizó ayer manifestaciones e hizo un llamamiento a los integristas turcos, a través de la Asociación de Estudiantes Musulmanes, para que prosigan su movimiento y resistan.

En sus ediciones de los últimos días, los principales diarios abrían sus primeras páginas con referencias al "despertar integrista".

La Prensa turca es, en su inmensa mayoría, republicana y laica, y no duda en rechazar toda concesión y declarar la guerra al movimiento integrista, aunque ello suponga alguna fricción con los principios democráticos. Incluso un diario como Cumhuriyet (centro-izquierda), unánimemente reconocido como serio, atrae la atención del Ejército sobre los recientes acontecimientos al destacar una declaración del jefe del Estado Mayor, general Necip Torumtay, en el sentido de que "el Ejército vigila de cerca los acontecimientos". Por su parte, el diario de mayor tirada de Turquía, Hürriyet, destaca la entrevista mantenida por Evren con Torumtay.

A menos de dos semanas de unas importantes elecciones municipales, el escenario político turco se recalienta. Para algunos intelectuales de izquierda, la presente es "una tempestad en un vaso de agua" que tiene como objetivo preparar el terreno para un nuevo golpe de Estado, que sería el cuarto en 30 años.

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