Vendida a una empresa privada la casa que fue de Iván de Vargas, patrón de san Isidro

La conocida popularmente como casa de Iván de Vargas, patrón del patrono madrileño, san Isidro, situada en la calle del doctor Letamendi, en pleno corazón del Madrid de los Austrias, ha sido vendida a una empresa privada, que, presumiblemente, modificará el interior del inmueble para convertirlo en apartamentos. La casa estuvo a punto de ser adquirida por el Ayuntamiento hace un año, aunque finalmente la operación no llegó a realizarse. El edificio presenta una situación de deterioro importante, por lo que su rehabilitación sería demasiado costosa para sus propietarios.

El edificio de la calle del doctor Letamendi es un caserón construido en el siglo XVI sobre el solar donde anteriormente se levantaba la mansión de Iván de Vargas, patrón del que luego fuera proclamado patrono de Madrid, san Isidro. Sin embargo, la casa actual se sigue conociendo como la de Iván de Vargas. Actualmente está ocupada por una única familia, en régimen de alquiler.La casa, que tiene una superficie habitable de unos 2.500 metros cuadrados, está situada muy cerca de Puerta Cerrada, con salida a la calle de Segovia, en pleno corazón del Madrid de los Austrias. Hasta su venta, era propiedad de la familia Forns García. Un miembro de la citada familia confirmó a este periódico que la venta se había realizado ya, aunque no pudo precisar el importe de la operación ni la empresa compradora.

"Por dentro el edificio está bastante mal. Conserva la escalera interior, que es una preciosidad. La familia no recibía subvención para conservarla, hacer las obras de rehabilitación costaba mucho y nosotros no podíamos costearlo, así que hubo que venderla. La pena es que no fuera el Ayuntamiento el que la comprara", añadió.

Ayer no fue posible hablar con José Forns, portavoz de la familia y la persona que ha gestionado la venta, por encontrarse de viaje. En cualquier caso, las obras de reforma de la mansión tendrán que ser interiores, ya que el edificio está protegido por el Plan Especial de Protección del Patrimonio Histórico Artístico de Madrid, por lo que al menos su fachada y el aspecto exterior debe conservarse.

En abril de 1988 el Ayuntamiento anunció su intención de adquirir la vieja mansión, para dedicarla a sede del Área de Servicios Sociales municipales y como centro de documentación sobre la drogadicción, aspecto del que se encargaría la fundación de Ayuda contra la Droga, entidad privada presidida por la reina Sofía. En aquel momento se dijo que las negociaciones con la familia Forns estaban muy avanzadas y que posiblemente en el verano de ese mismo año comenzarían las obras de rehabilitación.

El Ayuntamiento había asignado un presupuesto de 330 millones de pesetas, de los que aproximadamente 115 corresponderían a la adquisición y los restantes 215 para la restauración del edificio.

Sin embargo, el pleno municipal del 6 de mayo de 1988 rechazó la adquisición por los votos en contra de Alianza Popular y del CDS, que argumentaron que el presupuesto asignado para ello debía dedicarse a objetivos de asistencia social. Aun así, el equipo de gobierno aseguró que la casa sería comprada para albergar otras dependencias municipales, lo que finalmente no se ha llevado a efecto.