Guerra cree que la Conferencia Episcopal debe renunciar a las subvenciones estatales para ser consecuente

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, considera que la Conferencia Episcopal debería "renunciar a las subvenciones de los Presupuestos Generales del Estado para la Iglesia", en consonancia con las declaraciones hechas por su presidente, el cardenal Angel Suquía, en días pasado, Suquía afirmó que el Gobierno está creando un situación de pasión por el dinero. Guerra hizo estas afirmaciones en declaraciones al programa rádiofónico A vivir que son dos días, que tiene previsto emitir hoy la cadena SER.

"¿No están tan preocupados? pues que renuncien ya. Estamos dispuestos" continúa el vicepresidente en la entrevista. Guerra se prestó a hablar de sus pasiones personales, de sus hijos y de lo que considera una operación de acoso y derribo al Gobierno por parte de algunos medios de comunicación.A la pregunta de si había imaginado como candidatos a la presidencia del Gobierno a Narcís Serra o a Javier Solana, Guerra contestó: "Siempre me he imaginado como candidato a Felipe González que, además, ha ganado dos veces por mayoría absoluta y creo que lo va a seguir siendo".

Sobre los sondeos que vaticinan la pérdida de la mayoría absoluta para el PSOE, dijo que cree poco en las operaciones fabricadas y que "cuando todo el mundo coincide en decir la misma cosa puede uno pensar que se trata de ' un deseo, de una especie de ejercicio de vudú, de premonición".

Mayoría

Sobre las expectativas de voto, Guerra añadió: "La impresión que tengo es que el PSOE continúa con una mayoría muy holgada; el segundo, el Partido Popular, muy descolgado, con casi la mitad de intención de voto que tenemos los socialistas. Y luego ya, alejados pequeños partidos, como el CDS, Izquierda Unida o los regionales o nacionalistas. Se mantiene la tendencia, desde el año 80".

Alfonso Guerra declaró que

se está haciendo caza de brujas contra los socialistas, y eso me parece propio del Santo Oficio, de la Inquisición o de la Europa de la etapa de preguerras, afortunadamente olvidadas".

Se manifestó contrario a todo dogmatismo: "Al dogmatismo de decir: hay que matar a un señor por haber escrito un libro. Y al dogmatismo de la Iglesia que en lugar de decir: ¡Pero, qué barbaridad!, dice: Es que eso ofende a los creyentes. Pero, bueno, déjense ya de dogmatismo. Aquí hay mucho dogmatismo. El comunista, el del dinero, el de la Iglesia, el de los sectores más conservadores". Y más adelante afirmó: "Los partidos que señalan por dónde tienen que ir las masas, que se dicen vanguardia de la historia, me han parecido siempre una estafa: los comunistas, los populistas, los nazis... La libertad personal está por encima de todo eso".

A la pregunta de si la conferencia Episcopal es dogmática, respondió: "Hombre, en algunas cuestiones es evidente. Y además poseen medios de comunicación que son los menos evangélicos del mundo, en los que el insulto, la calumnia, la mentira es el pan de cada minuto. ¡A ver qué cristiano entiende eso!"