Revelado el informe secreto del Vaticano sobre la Iglesia católica en la URSS
El diario filocomunista Paese Sera reveló ayer el informe íntegro acerca de la situación de la Iglesia católica en la Unión Soviética, entregado en mano el día 13 de junio pasado por el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, al máximo líder soviético, Mijail Gorbachov. El documento tiene 13 folios, está escrito en un lenguaje casi burocrático y es sólo informativo.Dicho documento, que fue traducido al ruso, debía haber quedado secreto. Empieza diciendo que, acabada la II Guerra Mundial, la Unión Soviética "absorbió en sus confines políticos territorios en los que existían florecientes comunidades de rito latino".
Cuando habla de cifras, el documento sobre la Iglesia católica en la URSS se muestra muy prudente, e incluye siempre "según algunas fuentes fidedignas". Y así se dice que, poco después de la Revolución de Octubre, la Iglesia católica de rito latino contaba con 2,2 millones de fieles en una población total aproximada de 131 millones.
Según dichas fuentes, ahora, dice el documento entregado al máximo líder de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, en Bielorrusia existen aún unos 2,5 millones de católicos, un centenar de parroquias, 50 sacerdotes y 15 seminaristas.
Hay en el documento hecho público ayer sólo una frase dura relacionada con la Iglesia ortodoxa rusa oficial, cuando dice que el patriarcado ortodoxo de Moscú "pretende que no es conforme al clima de diálogo ecuménico instaurado por el Concilio Vaticano II el derecho de la Iglesia de Ucrania a existir".
Incorporados forzadamente
Y añade que los fieles "incorporados forzadamente" al patriarcado de Moscú fueron cinco millones.
El documento es sobre todo explícito con el líder soviético, Mijail Gorbachov, cuando habla de la Iglesia de Lituania, que contaba con el 85% de católicos, y que tras la II Guerra Mundial "sufrió una violenta y sistemática persecución que diezmó filas y destruyó sus florecientes instituciones".
Y por lo que se refiere al momento actual en Lituania, según el documento existen aún 2,8 millones de católicos, es decir, el 80% de la población. Y sin embargo, añade el Vaticano, "están suprimidas las congregaciones religiosas; la actividad pastoral, sometida a graves limitaciones; la actividad de los sacerdotes, seguida con sospecha y controlada; los sacerdotes más celosos sufren detenciones y condenas por delitos políticos, al mismo tiempo que se encuentran graves dificultades en la instrucción religiosa".
A todo ello, el documento le añade el calificativo de "una grave herida abierta que la Santa Sede desearía ver curada", ya que se trata, concluye el documento revelado por Paese Sera, de algo "tanto más doloroso en cuanto toca un punto central de la libertad religiosa, como lo es el profesar una fe según los dictámenes de la conciencia".
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