Maestra agradecida

Con la esperanza de que su publicación me escuche, al menos, sólo con esta carta, se me van pasando:1. El asco.

2. Indignación.

3. Mosqueo.

4. Agradecimiento...

No sé si debido a esta primavera adelantada, los piojos, esos visitantes periódicos, están muy revolucionados; la verdad es que en la zona donde trabajo, soy maestra, no dejo de oír hablar de ellos.

Ayer, según me iba expurgando una de las compañeras del colegio, comentábamos las soluciones más idóneas para combatir esta plaga; salió lo del vinagre, como método barato, pero veíamos el inconveniente de que al tener la cabeza húmeda durante un período largo, nuestras gargantas sufrían negativamente los efectos beneficiosos del invento.

Por tanto, llegamos a la conclusión de que la subida que nuestro amado MEC nos había concedido, y la cual supone unas 1.400 pesetas, la íbamos a dedicar, al menos este mes, si el tiempo, Las autoridades o no sé quién lo rei nedia, a comprarnos un tratami, mto completo antiparasitario, e 1 cual, pude comprobar, costó 1200 pesetas del ala, al fin, con mi sibida ya supe qué hacer. Gracias, MEC, por no dejarme pensir y así no hacerme consumista.