Bernard le Grelle
El poder político de los que están 'entre bastidores'
Nació hace 41 años en Alost (Bélgica), una población muy cercana a Bruselas. Es licenciado en Ciencias Económicas, Políticas y Sociales por la universidad católica de Lovaina, y en Ciencias de la Información por la de Columbia. Empezó ejerciendo como periodista, pero en seguiela sustituyó esta actividad por lo que descubrió como su verdadera vocación: el lobby. Se enorgullece de ser amigo personal del ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, y del actual, George Bush. Dice relacionarse asiduamente con más de una cincuentena de jefes de Estado y primeros ministros de todo el mundo. Su experiencia de más de 20 años como lobbista está recogida en su libro Profession lobbyman.
Le Grelle, que ha estado en Barcelona participando en un simposio sobre Lobby en Europa y Estados Unidos, organizado por la Generalitat, atribuye su gusto por la política a la influencia de su bisabuelo materno, que fue ministro de Industria, de Trabajo y de Economía, y presidente del Senado belga hasta 1940. "Las largas discusiones que mantuve con él hasta el final de sus días marcaron profundamente mi adolescencia", asegura. Su espíritu aventurero, fomentado por la lectura copiosa de las aventuras de Tintín, le llevó, cuando tenía apenas 20 años, a organizar una expedición a Nepal. "Sólo contaba con una furgoneta Volkswagen cuyo cuentakilómetros marcaba ya los 150.000", explica. Mucho antes de que se impusiera la moda de los patrocinadores publicitarios, Le Grelle se las compuso para alcanzar su objetivo obteniendo la ayuda económica de distintas empresas.Su primer trabajo como redactor en la cadena informativa norteamericana CBS da paso casi inmediatamente a su acceso al complejo universo de los lobbies de la mano de la multinacional estadounidense ITT. Realiza el servicio civil sustitutorio del militar en el área de información de la Unesco, y es destinado a la isla antillana de Tobago. Allí funda el periódico Tobago News, con cuya publicación llega a obtener 10.000 lectores sobre una población total de 40.000. Se traslada a París, ciudad que considera su segunda cuna, y desde su puesto de jefe de la sección de asuntos internacionales del rotativo Nouvel Economiste -"donde", afirma, "descubrí la estrecha relación existente entre el mundo económico y el político"- participa en los lobbies de mayor envergadura en la década de los setenta.
"Llevé a los empresarios franceses hasta el presidente Carter. Organicé una misión económica en China y en Corea que dio como resultado la creación de empresas de capital mixto. Me ocupé de los problemas entre el presidente filipino Marcos y el francés Giscard d'Estaing", enumera y no acaba. Le Grelle ha organizado además lobbies para defender los proyectos Concorde y Airbus, para la construcción del túnel bajo el canal de la Mancha y para derrumbar el monopolio postal en Francia. Ha participado también, "desde bastidores", en la mayoría de las campañas electorales francesas y norteamericanas desde mediados de los setenta.
Le Grelle, que nunca se ha casado, es aficionado al esquí, al tenis y a la caza. "Para ser un buen lobbista, hay que tener algo de político, bastante de diplomático y mucho de comunicador".
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