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Reportaje:

Mohamed quiere ser Miguel

1.400 extranjeros residentes ilegales en Madrid han sido expulsados en dos años

Jorge A. Rodríguez

Mohamed quiere llamarse Miguel. Quiere vivir en Madrid y no en Jartum, capital de Sudán, su país natal. Mientras se arreglan o no sus papeles, espera desde hace dos semanas en el Centro de Internamiento de Extranjeros a que la Delegación del Gobierno de Madrid firme su expulsión de España. Mohamed, como Riad, Joao o Fiona, es uno de los más de 150.000 extranjeros que residen ilegalmente en la Comunidad de Madrid. Desde 1987, 1.344 foráneos residentes en la región han sido puestos de patitas en la frontera.

Mohamed fue detenido en la calle un día de enero sin sus papeles de identidad. "Me los robaron, pero yo los tengo en regla", comenta en un castellano incipiente. Seis años llevaba ilegalmente en España hasta que fue detenido. Tanto le gusta este país, que hasta quiere cambiarse el nombre: "Miguel me gusta más". Muy poco le queda para volver a su tierra.Con él, casi medio centenar extranjeros vive en el Centro de Internamiento, situado en la calle de Tacona, en Moratalaz. Un edificio limpio, moderno y bien equipado, al que llaman el hotel, pero que no deja de ser una cárcel cómoda, a pesar de su carácter no penitenciario. Para algunos de sus huéspedes es el mejor sitio en el que han dormido en toda su vida. Un ejemplo: un iraní solicitó al juez que le permitiera dormir, comer y holgar en el centro tanto tiempo como fuera posible.

Por el centro han pasado 333 extranjeros desde que fue inaugurado en noviembre del año pasado. De ellos, 195 han sido expulsados mientras que el resto han quedado en libertad, superados los 40 días de internamiento, límite máximo de retención que permite la Ley de Extranjería. En ese tiempo no se pudo fundamentar que residían ilegalmente en Madrid o no pudieron ser extrañados por tener un proceso judicial en marcha. De los expulsados, el 80% ha salido del país en las 72 horas siguientes de su detención. La Delegación del Gobierno está "muy satisfecha" con estos resultados.

En los meses anteriores a la creacción del hotel muchos extranjeros ilegales han tenido que volver a su tierra. El año pasado 1.601 individuos fueron detenidos por carecer de la documentación pertinente para permanecer legalmente en España. Los datos de los Grupos Operativos de Extranjeros de la Brigada Provincial de Documentación indican que 1.508 foráneos tuvieron expediente de expulsión en marcha. Pero finalmente, sólo volvieron a su casa 915, 681 más que el año pasado.

"No he hecho nada"

En la boca de todos los huéspedes del Centro de Internamiento, prácticamente los mismos argumentos: "Yo no he hecho nada", "me han robado los papeles", "no me pueden expulsar porque tengo un proceso judicial pendiente" o "llevo aquí viviendo muchos años y no quiero que me devuelvan a mi tierra"."Aquí nadie ha hecho nada y todos son muy buenos", afirma Pedro Martín Pachón, comisario jefe del Centro. "Sin embargo, muchos de ellos han sido detenidos por tráfico de drogas y sin ningún tipo de papeles. Algunos tienen causas pendientes con la justicia y salen de aquí pasados los 40 días. Casi todos dicen que les han robado los papeles".

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Fiona, nigeriana, no ha hecho nada. ¿Qué hacía entonces en Madrid? "Nada, de verdad", dice nerviosa tocandose una de las cientos de trenzas de su peinado. La cogieron en la Gran Vía sin papeles: "mess (sic) loss robaron".

José Umberto Pereira, portugués, si ha hecho algo. Tiene que presentarse el 1 y el 15 de cada mes en un juzgado de Bilbao porque tiene pendiente un juicio por una presunta violación. "No me pueden echar ni retener aquí por más tiempo", dice.

Suramericanos y norteafricanos son los inquilinos más habituales del centro, que ahora está en temporada baja: casi 90 de sus 120 camas, la mitad en el módulo de hombres y el resto en el de mujeres, están vacías.

Norteafricano es Mohamed Adma Saelasi. "Soy comerciante de Ceuta. Me han robado todo y encima me detienen". Su amigo Luisi es el único que reconoce haber hecho algo ilegal: "Me detuvieron con una pastilla de chocolate (hachis) de 80 gramos. ¿Me devolverán a casa?".

"Aquí han venido algunos abogados que son auténticos timadores. Sacan a los internos entre 50.000 y 70.000 pesetas y no aparecen más". No lo dice un extranjero. Lo asegura el propio comisario jefe del Centro de Internamiento, Pedro Martín Pachón. Lo confirman algunos extranjeros.

Pachón dice que algunos abogados han venido a ver a un cliente y "de camino" a todos los de su misma nacionalidad. "Una vez vino uno para ver a un iraní y me dijo que le dejara ver a todos los demás". "Ese tipo de gente viene a sacarles los cuartos a los extranjeros que con tal de no volver a su país hacen lo que sea".

Un marroquí, que prefiere no dar su nombre, relató un caso concreto. "Vino un abogado español que me pidió 50.000 pesetas por arreglar mis papeles. Se los di y hace un mes que no he vuelto a saber de él. ¿Qué hago?. Me aseguró que el teléfono de su despacho y sus acreditaciones estaban en las oficinas del centro. Luego resultó que era mentira".

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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