Solidaridad busca ser legal sin responsabilidad
El sindicato quiere mantenerse alejado del poder y criticar al Gobierno polaco
Conseguir que el sindicato Solidaridad vuelva a la legalidad, pero reservándose el derecho a censurar la política del Gobierno sin entrar en ninguna estructura del poder ni responsabilizarse de la política económica que mantiene a Polonia en una crisis permanente desde hace ocho años, ha sido la postura de la oposición polaca durante la primera ronda de la mesa redonda con el Gobierno, celebrada la semana pasada.
La primera vuelta de las negociaciones ha permitido clarificar las posiciones de las dos partes ante las reformas políticas y económicas. Solidaridad no oculta que su principal objetivo es el de su vuelta a la legalidad, en su estructura original, con un solo acto jurídico. El sindicato, sin embargo, quiere reservarse el derecho a censurar la política del Gobierno sin entrar, en tanto que organización, en ninguna estructura del poder.Las autoridades polacas, en cambio, quieren lograr que la oposición entre en el Parlamento como fuerza minoritaria, otorgando así una mayor legitimidad al Gobierno y compartiendo la responsabilidad por las reformas económicas que suponen la adopción de impopulares medidas de austeridad. La aceptación de este papel sería el precio que la oposición tendría que pagar por la legalización del sindicato.
El proceso negociador se enfrenta además al descontento general de la población. En los primeros días de la mesa redonda ya se han sucedido varias huelgas y acciones de protesta, la más seria de ellas en las minas de lignito de Belchatow, que Solidaridad apenas ha sido capaz de controlar y pacificar. La tensión social ha obligado ya a Lech Walesa a fijar un plazo para la legalización. "Si Solidaridad no es legalizado antes de abril, lucharemos por ello", dijo, pidiendo asimismo una moratoria huelguista de seis semanas para "dar una oportunidad a la mesa redonda".
El Gobierno quiere también que la oposición dé su consentimiento para que baje aún más el nivel de la vida, mientras que Solidaridad opina que antes de adoptar las medidas de austeridad se debería acabar con el omnipresente despilfarro de las riquezas nacionales y reducir los presupuestos de los ministerios de Defensa e Interior.
A pesar de todo, la semana pasada se conseguieron también ciertos avances. Así, el partido comunista (POUP) se mostró dispuesto a renunciar a la mayoría absoluta en el Parlamento polaco, conformándose con mantenerla en coalición con los partidos campesino y democrático, que hasta ahora se consideraban como sus satélites. Otro motivo de cauto optimismo es la situación de las dos partes, que recuerda la de dos enemigos a bordo de una misma barca que está a punto de irse a pique: los dos son conscientes que si no reman en el mismo sentido, se hundirán.
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