El pueblo quiere una prueba
¿Por qué la legalización de un sindicato se ha convertido en la principal condición de la aplicación fructífera de las reformas económicas y políticas, necesarias para que Polonia evite una catástrofe nacional? La respuesta está en la necesidad de que las autoridades polacas recuperen un mínimo de confianza del pueblo.Ésto no será posible sin que las autoridades den una prueba palpable de sus buenas intenciones, y esta prueba podría ser la vuelta de Solidaridad a la legalidad, lo que significaría el verdadero fin de la ley marcial en Polonia, levantada en 1983 pero cuyas secuelas psíquicas no han dejado de sentirse en esta sociedad profundamente traumatizada.
La crisis polaca no es sólo económica, ni tampoco política. Es una crisis psicológica propia de una sociedad atomizada y enajenada, algo que advierten algunos comunistas polacos, como un miembro del Comité Central del POUP, que en el último pleno dijo que para salir de la crisis los polacos deben empezar a sentirse en su patria como en su casa.
Un experimentado periodista polaco dijo: "Vivir incluso peor, pero sentirse mejor, ésta es la médula del problema".
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