En estudio la creación de una comunidad económica árabe

Egipto, Irak, Jordania y Yemen del Norte estudian la creación de una comunidad económica árabe. Impulsados por los aires de unidad que soplan en los últimos meses sobre la nación árabe, los líderes de esos cuatro países de Oriente Próximo han intensificado sus contactos en aras a conseguir un resultado más concreto. Escaldados tal vez por los fracasos de los ambiciosos proyectos de unificación de décadas anteriores, limitan ahora sus pretensiones a un proyecto de unión económica.

"Cada uno de los cuatro países se ha formado una visión completa del plan y de los objetivos del grupo económico, así como de los aspectos en los que la cooperación puede ser ampliada", aseguraba a este respecto el primer ministro egipcio, Atef Sedki, el pasado fin de semana. Para Sedki, se trata de "un experimento primero en el campo de la cooperación árabe, que puede constituir el punto de partida de una comunidad económica árabe unificada".Esta idea, de la que ya se había oído hablar en Aman, la capital jordana, adquirió forma el pasado 26 de enero tras una viita del rey Husein a El Cairo. El rais egipcio, Mohamed Hosni Mubarak, anunció entonces que se estaban llevando a cabo consultas para lanzar un grupo económico árabe. Mubarak quiso evitar desde el primer rnomento herir cualquier susceptibilidad: "Me gustaría precisar que este mercado común no es un bloque contra ningún otro país árabe o ningún otro bloque. Se trata meramente de un grupo para la cooperación económica y cualquier país árabe será bien recibido", señaló entonces el presidente egipcio.

La aclaración no estaba de más, y posteriormente, todas las demás partes implicadas han insistido en el carácter estrictamente económico del proyecto, con la intención de evitar cualquier asociación de tipo político.

El hecho de que Siria, aislada entre Irak y Jordania, esté ausente al menos en su inicio de esta iniciativa, pudiera haber levantado recelos en las autoridades de Damasco.

Sin embargo, el pasado fin de semana, el primer ministro sirio, Mahmud al Sogbi, visitó a su homólogo jordano, con quien previsiblemente trató su eventual inclusión en el grupo, altamente improbable por la presencia de su tradicional rival político, Irak.

Entre los objetivos que pretenden lograr los dirigentes de las cuatro naciones embarcadas en el plan, se encuentra el establecimiento de políticas comunes, especialmente en el terreno de la energía, de las fuentes naturales y de los flujos de mano de obra. También se ha hablado de la creación de sociedades que reagrupen empresas gubernamentales, por ejemplo, en el terreno del transporte. Ya hace tiempo que se estudia una posible fusión de las compañías aéreas de esos países, que pudiera constituir el primer logro de la unión económica. Se pretende, en definitiva, promover la complementariedad de cada uno de los futuros miembros.

Egipto, sumergido en una crisis económica de difícil solución, tiene grandes esperanzas en la posibilidad de obtener petróleo más barato de Irak y salida para sus excedentes de mano de obra. Jordania piensa en sus trabajadores cualificados tanto como en el petróleo. Yemen del Norte, por su parte, espera financiación y salir de su aislamiento. En cuanto a Irak, con diferencia el país más solicitado por su potencial económico, ganaría en influencia política en la región, especialmente ahora que acaba de salir del letargo de ocho años de guerra.

Documento previo

De momento, el próximo día 14 los primeros ministros de los cuatro países fundadores tienen previsto reunirse en Amman para elaborar un documento previo sobre la estructura de la unión y sus objetivos. Dicho documento será remitido a una cumbre de jefes de Estado posterior que se celebrará en Bagdad. No todos los puntos están, sin embargo, preparados. Falta por decidir, entre otros, si el futuro mercado, que según algunas fuentes se denominará Consejo de Cooperación Árabe, sustituirá o no a los altos comités bilaterales, y si sus miembros están dispuestos a la supresión de barreras arancelarias.