_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El jardín

Manuel Vicent

He vuelto al jardín que abandoné al final del verano, cuando comenzaron las lluvias. Después de tanto tiempo la cancela estaba llena de herrumbre. Las hojas amarillas ya habían fermentado en la pradera, formando con la hierba muerta un tapiz delicadamente podrido que humeaba, y las hayas desnudas extraían un aroma de madera mojada. Había muerto un enebro, y el vendaval había derribado el copo de la madreselva, llevándose también la caseta del perro hacia la alberca vacía. Bajo los pinos vi el columpio parado, la mecedora rota, y entonces recordé las risas del verano con los amigos en las tumbonas, pero ahora el musgo de la balaustrada condensaba la niebla, y ésta goteaba sobre la nostalgia de aquellas horas pasadas allí soñando. En el jardín hibernado he encontrado algunas páginas putrefactas de un periódico fechado en septiembre que se habían constituido en parte del humus en el césped. Con un bastón aparté el estiércol despositado en ellas y aún pude leer la noticia de un famoso crimen ya olvidado, anuncios de inminentes catástrofes que no se cumplieron, declaraciones inútiles del Gobierno que en su día se creyeron trascendentales, la apasionada historia de un amor adúltero que luego resultó frustrado. Sobre estos hechos había caído el agua de otoño, la helada de invierno, hasta convertirlos en abono, como el sueño de la vida resbala por el alma transformándose en su alimento.El periódico de hoy también trae noticias semejantes. Tres casos de sangre, luchas sindicales, proezas de unos célebres amantes y vaticinios acerca de una próxima hecatombe política y otras desgracias. Mientras el jardinero preparaba el césped con el mantillo para la primavera, he dejado allí el periódico de hoy abandonado. La naturaleza está a punto de germinar. Pronto despertarán todas las raíces, estallarán las gemas, y cuando, en verano, vuelva al jardín hallaré tal vez estas noticias enterradas, y el tiempo las habrá fermentado. Sobre su estiércol, que es nuestra memoria, cada uno podrá cultivar las rosas más secretas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_