Héroes de hospital

El objeto de esta carta es doble. Por un lado, romper una lanza en favor de aquellos profesionales de la Sanidad que, confundidos dentro del marasmo actual, dan todos los días una lección de profesionalidad, humanidad y honradez a quienes tenemos la suerte de caer en sus manos.En segundo término, quisiera llamar la atención de los administradores sobre la indignación que provocan las condiciones en que muchos de estos profesionales se ven obligados a desarrollar su trabajo; condiciones que casi les convierten en héroes, cuando lo único que pedirían es ser considerados como unos ciudadanos normales que disponen de los elementos necesarios para ejercer su profesión con dignidad.

Para no dejar estas líneas en el terreno de la abstracción, quiero citar el ejemplo del doctor Nieto, del servicio de Endocrinología del Hospital del Niño Jesús de Madrid. Desde el primer día en que llevé a mi hijo a ser atendido me asombraron su calidad humana y profesional cuando las condiciones en que desarrolla su trabajo no constituyen un estímulo: falta real de espacio fisico; mal acondicionamiento y equipamiento del mismo (no dispone siquiera de un mal aparato telefónico y cada vez que tiene que atender una de sus numerosas consultas por ese medio debe salir a la sala de enfermeras); y todo esto sin contar la cantidad de tareas extras que se ve obligado a realizar por falta de personal auxiliar. Pero nada de eso le hace perder la compostura, la

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