Los problemas reclaman atención
Los mercados de valores se han tomado un prudencial periodo de reflexión en una fecha clave de la que se pueden hacer numerosas lecturas. Por una parte están todos los problemas pendientes, sobre todo en el terreno sociolaboral. Otra vez se habló en el parqué de tipos de interés, obligando a los inversores a sumar una y otra cuestión, lo que, unido a las plusvalías acumuladas, resultó una cuenta demasiado abultada en un mercado que insistía en mantener la demanda para muchos valores. Las consecuencias fueron similares a las que obtuvo Wall Street la tarde anterior, con lo que se pudo dar una imagen de mercado internacional muy al uso. Sin embargo, la inversión internacional continuó mostrando su interés por unos cuantos valores, lo que llevó a la confusión a aquellos inversores que habían optado por la realización.Enero se despide con unas plusvalías del 3,15% en el índice general, demostrando así que la selección ha sido una de las notas dominantes de este principio del ejercicio y que, a medio plazo, los planteamientos condicionales mantienen toda su vigencia. Es evidente que la inversión no puede dar por descontada la falta de acuerdo entre Gobierno y sindicatos y que los rumores sobre una nueva subida de los tipos de interés hay que encuadrarlos dentro de un ambiente claramente inflacionista, por más que el dinero del exterior presione sobre las cotizaciones. A este respecto, algunos chartistas esperan un medio plazo comprometido.
Con el nuevo jarro de agua fría en el sector bancario del que se piensa que escamotea papel, se llegó a un cierre apagado en el que todavía se pagaban algunos títulos por encima de su precio de cierre.
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