Solchaga no descarta subir las retenciones del IRPF si los salarios lo hacen por encima de las previsiones
El ministro de Economía, Carlos Solchaga, no descartó ayer la posibilidad de aumentar la tabla de retenciones del impuesto sobre la renta "si la subida salarial en los convenios de 1989 es superior a lo previsto" e insistió en que la política monetaria será muy restrictiva para seguir luchando contra la inflación. Respecto a la concertación, el ministro afirmó que el Gobierno podría mejorar su oferta, siempre que los sindicatos cedan en sus posiciones. En un almuerzo en el Club Siglo XXI, Solchaga dijo además que Nicolás Redondo "es tan socialdemócrata como yo, aunque no tengamos los mismos planteamientos"
Carlos Solchaga explicó ayer ante un nutrido grupo de políticos -tres ministros y diversos altos cargos-, empresarios del sector público -prácticamente toda la plana mayor del INI, INH y sus empresas- y algunos financieros, la posición del Gobierno frente al proceso de concertación, así como la actual situación de la economía española.La inflación final de 1988, conocida esa misma mañana, centró buena parte de las intervenciones del ministro, que reconoció el fracaso de la política de contención de precios durante el presente año. Solchaga insistió en mantener el objetivo de inflación del 3%, "aunque sabemos que es muy dificil de conseguir".
Añadió, sin embargo, que una vez que concluya el proceso de negociación salarial se podían plantear algunas modificaciones de los objetivos y de algunos aspectos de la política económica. "No nos queda más remedio", dijo, "que ser muy intransigentes en materia de financiación y mantener una política monetaria restrictiva, aunque no queremos que los tipos de interés superen mucho los niveles actuales". Añadió que el coste del ajuste a través de política monetaria es muy caro.
Moderación salarial
El ministro subrayó la necesidad de mantener la moderación salarial en los convenios colectivos de este año. "El Gobierno", dijo, "va a hacer un seguimiento de la negociación salarial, pero no debemos intervenir. Es más, preferimos que la empresa pública
siga los modelos de actuación de la patronal, que siempre ha defendido con firmeza las posturas de moderación salarial que ahora necesitamos".
Explicó Solchaga que en caso de que los salarios suban por encima de las previsiones se podrían replantear algunos de los objetivos y las políticas del Gobierno. "No podemos reducir el gasto público para luchar contra la inflación", afirmó, "pero tampoco vamos a aumentar el déficit. Un aumento en la tabla de retenciones del IRPF no deja de ser una posibilidad para frenar lademanda y contener la inflación. Utilizar esa medida podría entenderse mal en ciertos sectores, aunque no la puedo excluir".
A lo largo de toda su intervención el ministro de Economía se refirió al sobrecalentamiento de la economía. A este respecto, llegó a decir que "el país está creciendo alocadamente en ciertos segmentos". Añadió que el PIB habrá crecido por encima del 5% en 1988 y que la economía española se encuentra en una situación "extremadamente delicada".
Esa situación delicada la explicó, sobre todo, en el ambiente social creado tras la huelga general del 14 de diciembre y los malos augurios sobre la concertación. "El Gobierno tiene ante sí un desafío difícil, pero una concertación a cualquier precio es un error. Se puede vivir sin ella". A este respecto, el ministro matizó que aunque en la actual coyuntura no sea imprescindible un acuerdo social, un Gobierno socialista "puede perder un gran margen de su capacidad de maniobra si actúa contra su base social".
Dureza sindical
Solchaga defendió la actitud del Ejecutivo en la negociación con los sindicatos. "Después del 14-D hemos mantenido una posición abierta, mientras que los sindicatos no han cedido un solo punto, ni siquiera en el terreno de la dialéctica. Nosotros nunca hemos dicho que las ofertas presentadas sean nuestro límite", dijo, refiriéndose a una posible mejora de las condiciones de negociación en la reunión del próximo lunes. Insistió en que la posibilidad de acuerdo no sólo depende del esfuerzo del Gobierno, sino también de la comprensión de los sindicatos.
Preguntado por las posiciones políticas del PSOE y la UGT, Carlos Solchaga fue tajante al decir que "desde 1920 todos los socialistas españoles han sido socialdemócratas, aunque algunos no lo supieran. Nicolás Redondo no es rojo peligroso como se quiere hacer creer. Aunque no compartamos lo mismo, él es tan socialdemócrata como yo".
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