Los artesanos exigen que se regule el mercadillo de Santa Ana
Los cerca de 130 artesanos que todos los sábados, desde 1981, montan sus puestos en la plaza de Santa Ana de Madrid temen la desaparición del mercadillo de artesanía debido a la falta de regulación municipal. Los artesanos consideran que la proliferación de revendedores en la plaza, desde hace cuatro años, ha devaluado el fin principal que perseguía en un principio el mercadillo y para el que fue autorizado verbalmente por Enrique Tierno Galván.
"Continuamente hemos pedido la regulación de nuestra situación. Incluso hemos presentado proyectos, pero el Ayuntamiento si limita a consentir nuestra presencia y la de los revendedores con multas simbólicas", afirma un portavoz de la coordinadora que han constituido los artesanos de la plaza.
"La Junta de Centro pretende que revendedores y artesanos compartamos la plaza", asegura el representante de la coordinadora, "pero mientras nosotros sólo podemos vender un día a la semana porque el resto del tiempo lo dedicamos a trabajar en los productos, los revendedores lo hacen cuando quieren y a precios más bajos, ya que compran su mercancía a mayoristas".
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