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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Descuentos salariales

Mucho se ha comentado, con motivo de la huelga general, en los diferentes medios de comunicación las medidas coercitivas empleadas por las centrales sindicales a través de la organización y actuación de los legales piquetes, actuación que, salvo excepciones, se caracterizó por su falta de agresividad. Sin embargo, es sorprendente lo poco que se han comentado otras presiones menos evidentes, pero no por ello menos belicosas, que se han desarrollado por parte de las otras fuerzas sociales implicadas sobre el ciudadano-trabajador, a saber: el rosario de catástrofes, desmanes, dimisiones, guerras civiles, etcétera, esgrimidos por el Gobierno en la más pura retórica del miedo, y las menos justificables acciones de los empresarios (contra ellos no iba la huelga): amenazas de despido, servicios mínimos abultados y discriminatorios, descuentos salariales, etcétera.La última de las presiones nos ha venido a los trabajadores del sector eléctrico con la nómina de diciembre. Resulta que por acuerdo sectorial el cálculo del salario/ día a descontar para los que hicimos la huelga lo hacen dividiendo el salario anual por 247 días laborables, en lugar de los 365 días naturales. Así, un trabajador con un sueldo medio ese día ve llevada a la práctica su ilusión de ser reina por un día, es decir, ese día ha ganado casi el sueldo de un ministro..., pero sólo para que se lo descuenten, no se equivoquen. Ahora bien, cuando se trata de dar, es decir, por ejemplo en un despido, ese salario/día, que en teoría debía ser un valor constante, se calcula de tal manera que se queda reducido a la mitad, gracias al toque mágico de la picaresca empresarial. Ah, se me olvidaba: también se han quedado con nuestro descuento de la Seguridad Social de ese día. Con esta medida se aprende que ejercitar libremente nuestro derecho a la huelga va a suponer un grave quebranto económico, con lo cual, para la próxima, se enfriarán. Por todo lo expuesto, le ruego al lector que reflexione sobre la siguiente pregunta: ¿quién coacciona más sutil y contundentemente en una huelga, las centrales sindicales, el Gobierno o los empresarios?- Carlos Peñacoba Navarro.

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