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La antesala de una ofensiva

JOSÉ L. BARBERÍA, La tregua de dos semanas que ha sido establecida por ETA Militar es la antesala de una ofensiva que pretenderá ser muy dura, un movimiento táctico para tratar de traspasar al Gobierno la responsabilidad en la persistencia de la violencia y de acreditar voluntad negociadora ante la opinión pública europea. Ésta es, a lmenos, la opinión de una fuente significada que, por su proximidad a ETA, parece disponer de suficientes elementos de juicio como para poder interpretar el comportamiento de la organización terrorista. La fuente citada descarta expresamente la posibilidad de que la tregua facilite por sí misma una salida negociada al problema de la violencia. Argumenta que tal imposibilidad no se deriva de la corta duración del plazo que se ha autoimpuesto ETA Militar para la tregua, sino de la falta de voluntad de ambas partes [ETA y el Gobierno] en dar su brazo a torcer. Considera que ETA es perfectamente consciente del bloqueo de la actual situación y que, en consecuencia, no alimenta esperanza alguna de que su última iniciativa vaya a permitir vislumbrar una salida a corto plazo.

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Rechazo unánime

El rechazo unánime a la oferta de tregua "bilateral" ofrecida por ETA tras la liberación del industrial secuestrado Emiliano Revilla y la poca trascendencia política de la entrevista facilitada recientemente a un diario madrileño son, en su opinión, algunos de los elementos que permiten calibrar la situación.

De acuerdo con esta fuente, la tregua de quince días y la previsible ofensiva posterior van dirigidas preferentemente a tratar de comprometer al Gobierno español ante la opinión pública europea, en el momento en el que el Ejecutivo de Madrid ostenta la presidencia española en CE.

A su juicio, la coincidencia entre la difusión de la noticia de la tregua y la ceremonia inaugural de la presidencia española "es todo lo contrario a una casualidad". Cree que ETA Militar intensificará en lo posible sus acciones hasta pasadas las elecciones europeas, en junio del presente año, y que será después de los comicios y a la vista también de los resultados electorales que obtenga Herri Batasuna cuando se replantee, en todo caso, la búsqueda de una salida negociada.

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En sintonía con alguno de estos planteamientos, el diario Egin publicaba ayer, en una sección que tiene un cierto tono edtorial, un largo artículo que influye el siguiente párrafo: "Si en estos días no intervienen nuevas iniciativas por parte del Gobierno que pudieran dar lugar a la formación de la mesa negociadora y a la proclamación de otra tregua bilateral y más duradera, es lógico augurar que ETA vería multiplicados sus argumentos para reemprender la actividad armada, quizá con mayor intensidad, una vez demostrado fehacientemente que, incluso sin atentados, el Gobierno no está dispuesto a negociar".

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