El fiscal pide 30 años por el asesinato de la hija de un general en El Escorial

Jorge Juan Fernández Álvarez, de 24 años, será juzgado el próximo miércoles en la Audiencia Provincia] de Madrid acusado del asesinato de la joven Susana Rodríguez-Medel, hija del general retirado de la Guardia Civil José Rodríguez-Medel, hecho ocurrido el 30 de julio de 1987, en la puerta del chalé de la víctima en El Escorial.

El fiscal y la acusación particular solicitan para Fernández penas de 30 años de reclusión y una indemnización de ocho millones de pesetas para la familia de la fallecida. La defensa pide la absolución por considerar que su cliente no fue el autor de las nueve puñaladas que originaron la muerte de Susana.

La joven resultó muerta sobre las 22.30 del 30 de julio de 1987, cuando regresaba a su domicilio en un vespino. Inmediatamente después, las investigaciones se dirigieron contra un antiguo novio de la muchacha, con el que había sido vista media hora antes del crimen y con el que había roto sus relaciones sentimentales dos meses antes. El ex novio había proferido en alguna ocasión, bajo los efectos del alcohol, amenazas contra la joven, y fue finalmente detenido. En el taller de su padre se encontró un machete con el que la Guardia Civil cree que se produjeron las heridas que causaron la muerte a Susana Rodríguez-Medel.

Miguel Ángel Cocero, abogado defensor de Jorge Juan Fernández, discrepa sobre la presunción de que el cuchillo encontrado sea el arma homicida. Cocero afirma que las pruebas practicadas con el acusado no demuestran nada, pues los restos de sangre que contenía podían pertenecer al propio Jorge Juan Fernández o a cualquier otra persona o animal, ya que no se ha determinado a qué grupo sanguíneo pertenecían.

El letrado ha anunciado que el juicio deparará sorpresas y que la causa de la muerte pudo no haber sido las cuchilladas recibidas, sino una transfusión de sangre cuyo factor Rh no correspondía con el de la fallecida.

Susana Rodríguez-Medel contaba 18 años en el momento de su muerte.