Los comunistas ortodoxos advierten del peligro de contrarrevolución en Hungría

Los comunistas ortodoxos húngaros han llamado a la defensa armada del socialismo frente a la "contrarrevolución" que amenaza con implantarse "por métodos parlamentarios" y convertir Hungría "en un país de drogadictos y prostitutas".

Varios diarios húngaros han informado últimamente sobre la Sociedad Ferenc Muennich, una agrupación en la que se integran más de 4.000 comunistas ultraortodoxos, en su mayoría ex combatientes, militares y milicianos jubilados, que se fundó el mes pasado con el objetivo defender el orden socialista en el país.En su primera reunión pública, que se efectuó el pasado mes de noviembre, varios oradores atacaron duramente la política de reformas democráticas y liberalizadoras encarnada por el actual máximo dirigente, Karoli Grosz, en la que ven el origen de todos los males de Hungría y la compararon abiertamente con la "contrarrevolución del año l956", es decir, el levantamiento popular reprimido por los carros de combate soviéticos y las fuerzas comunistas ortodoxas húngaras.

Los sectores más inmovilistas han atacado últimamente con una violencia sin precedentes a medios oficiales del régimen tales como Radio Radapest, a la que acusaron de haberse convertido en "filiales de Radio Europa Libre", la emisora norteamericana dedicada a difundir información en los idiomas de los países socialistas y considerada el paradigma del órgano anticomunista en círculos oficiales del este de Europa.

Recordando, el asalto armado de los insurrectos a Radio Budapest en 1956, un miembro de la sociedad Muennich llegó a decir que "esta vez han capturado Radio Budapest sin disparar un solo tiro".

El teniente general jubilado Laszlo Abel aseguró, según informa el diario del Gobierno, Magyar Hirlap, que la sociedad Ferenc Muennich podría verse obligada a recurrir a las armas dado el desmoronamiento del orden público en Hungría. Según Magyar Nemzet, órgano del Frente Popular Patriótico, Abel insistió en la necesidad de una defensa armada en todos los países civilizados para impedir la agresión de enemigos exteriores e interiores.

Agresión imperialista

Los adversarios de las reformas, totalmente marginados ahora del poder en el Partido Comunista Húngaro, crearon esta sociedad nombrándola Ferenc Muennich en honor de un viejo comunista prosoviético colaborador y rival de Janos Kadar durante la normalización brezneviana que siguió a la invasión soviética del año 1956.Los miembros de la sociedad son comunistas ortodoxos, en su mayoría ancianos, que creen que está en peligro el socialismo por la "agresión imperialista", la debilidad interna y la revisión ideológica.

El objetivo, principal es movilizar a los descontentos con el "desarme y entreguismo" ideológico de que acusan a la dirección del partido y del Estado en Hungría. Las reformas políticas, aducen, han originado delincuencia, inmoralidad y pornografía, desempleo, especulación e injusticias sociales.