El alcoholismo provoca más muertes en la región que los accidentes de tráfico

Las cirrosis hepática, relacionada con el abuso del alcohol, es la octava causa de las muertes que se producen en Madrid. El alcoholismo es además responsable del 45% de los accidentes mortales de tráfico, del 25% de los suicidios y del 13% de los malos tratos a niños. El Gobierno regional ha elaborado, por primera vez, un programa de lucha contra el alcoholismo, una enfermedad que afecta a 215.000 madrileños.

Las últimas estadísticas manejadas por la Comunidad madrileña indicaban que en 1980 cerca de 600 alcohólicos murieron en Madrid a causa de la cirrosis hepática. Ese mismo año fallecían en las carreteras de la región 540 personas. El alcoholismo se ha convertido en una de las enfermedades más extendidas entre los madrileños, hasta el punto de que los técnicos la miden con el mismo rasero de preocupación que al cáncer o a las incidencias cardiovasculares.En Madrid, el 12% de los adultos varones y el 1% de las mujeres tienen problemas relacionados con el consumo de alcohol, según un estudio de hace dos años.

La Comunidad de Madrid invertirá el próximo año casi 250 millones en el primer programa de acciones contra el alcoholismo que se aplicará en la región. De esta inversión, casi el 72% se destinará a adecuar los 28 centros de salud mental de la provincia para que en ellos se pueda prestar asistencia ambulatoria. El 26% del presupuesto, casi el resto, se reserva para programas de prevención que se desarrollarán especialmente en los ambientes escolares y laborales.

"La intención es que se pueda prestar en cualquier centro de salud mental de la región la misma atención sanitaria que hasta ahora se daba en dos dispensarios de Madrid", explica Eusebio Mejías, uno de los coordinadores del programa. Para el próximo año está prevista también la ampliación del número de camas en los hospitales para tratamientos de deshabituación y la creación de unidades de desintoxicación, hasta el momento inexistentes en la región.

Niños bebedores

Según los estudios realizados por los responsables del programa, el abuso del alcohol está relacionado con la edad, la situación laboral o el nivel educativo. Así, el consumo decrece según aumenta la edad, incide especialmente en los parados o jóvenes en busca del primer empleo y se encuentran más abstemios entre los individuos con un nivel educativo más bajo. Por ejemplo, el 20% de las universitarias se califican como bebedoras importantes, frente al 2% de las mujeres sin estudios. "La mujer que se enfrenta al mercado laboral tiende a igualar el nivel de consumo de los hombres", según los autores del programa.Para Eusebio Mejías, los rasgos más característicos del consumo del alcohol en los últimos años es el mayor número de mujeres que se acercan a los centros de tratamiento -en una proporción de una mujer cada seis hombres- y el descenso de la edad de iniciación. "El niño empieza a consumir alcohol en el ambiente familiar a los 11 años, y a los 13 inicia la escalada", según Mejías. Cuando un enfermo empieza a someterse a tratamiento puede llevar bebiendo de 10 a 15 años.