Todo sigue igual
El juego de la bolsa prosiguió sin alterar las reglas de los últimos días, lo que supone el mantenimiento de las sospechas de apoyo institucional a un mercado sin expectativas concretas y con serias dudas en lo referente a las alternativas monetarias. La mañana discurrió en medio de una espera nerviosa, agravada por el retraso en la publicación del IPC de noviembre hasta primeras horas de la tarde por lo que, finalmente, los inversores tuvieron que irse a casa con la duda sobre lo acertado, o no, de su actuación.La sesión se caracterizó por la ausencia casi total de papel, lo que permitió a algunos valores, entre ellos Telefónica, disfrutar de unos corros muy rentables. El nivel del negocio sigue siendo bajo, a pesar de esos avances que empujaron al índice general por encima del 279%.Los apoyos están teniendo un efecto beneficioso para los valores, pues algunos están perfilando un chart atractivo que puede terminar por animar a la inversión. Falta saber el efecto que va a tener en el mercado ese IPC que se ha conseguido en noviembre, y que apenas modifica la situación.
Lo único destacable de la jornada fueron los nuevos avances de las isas, que están aprovechando muy bien una contratación tan baja como la del resto. El sector bancario repartió bien los altibajos entre sus componentes, gracias a un mayor esfuerzo de absorción que elevó el negocio hasta casi 400.000 títulos para los seis grandes. Las posiciones al cierre eran tan apagadas como las del día anterior, lo que elimina cualquier expectativa para esta mañana. Las decisiones quedan en manos de los mercados monetarios, bastante agitados estos días.
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