Las cámaras agrarias han recibido 1.700 millones de pesetas en subvenciones

Las cámaras agrarias han percibido en los 11 primeros meses de este año unas subvenciones de unos 1.700 millones de pesetas frente a un presupuesto asignado de unos 2.000 millones. Según el responsable del Instituto de Relaciones Agrarias, Jesús López S. Cantalejo, con el envío de estos recursos se está cumpliendo al pie de la letra el compromiso adquirido con estas corporaciones.

En medios agrarios, por el contrario, se estima que hay una serie de cámaras agrarias con graves problemas de funcionamiento por no disponer de los recursos mínimos suficientes para cubrir sus necesidades mínimas. Esto se interpreta como una estrategia oficial para acabar por agotamiento con la estructura de unas corporaciones a las que no se ha dado salida por la vía de las elecciones.

Frente a un colectivo de unas 8.000 cámaras agrarias, en la actualidad, las realmente en funcionamiento y con dependencia de la Administración central ascenderían a unas 7.000. El Ministerio de Agricultura corre con todos los gastos para su funcionamiento, Los funcionarios, generalmente los secretarios de las mismas, perciben directamente sus nóminas de la Administración central. Para el resto de los cometidos de las cámaras —pago de unas 1.000 personas contratadas, así como otros servicios— el presupuesto total que aporta Agricultura es de 2.000 millones de pesetas. En medios de Agricultura no se descarta que algunas cámaras puedan estar atravesando dificultades, pero no por incumplimiento de presupuestos. El incremento de los mismos en el último año ha sido solamente del 5%. Esta situación, junto con la imposibilidad de tener acceso a unos ingresos extras y la obligación de tener transparencia sobre todos los recursos,podrían haber dado lugar a problemas, caso de mantener una serie de actuaciones como en el pasado.

En medios sindicales se insta a la Administración para que se busquen salidas rápidas, tanto al conjunto de las cámaras agrarias locales y provinciales como a la propia Confederación Nacional de Cámaras Agrarias, cuya utilidad ha sido puesta en duda por los sindicatos y por la propia Administración.