La reforma de los fondos estructurales de la Comunidad Europea coincidirá con la presidencia española

El próximo 1 de enero entrarán en vigor los cuatro reglamentos que reforman los fondos estructurales de la Comunidad (FEDER, Fondo Social y FEOGA-Garantía). El Consejo de Ministros de la CE aprobará, la semana entrante, el cuarto y último reglamento de esta reforma. El reglamento de coordinación entre los fondos y el FEDER propone que éste se dedique a impulsar inversiones productivas además de financiar inversiones en infraestructuras, como viene haciendo hasta el momento, según anunció ayer el director general de la Comisión de la Comunidad, Eneko Landáburu.

PILAR MARCOS La reforma de los fondos estructurales tiene como primer objetivo aumentar la eficacia de cada uno en su intento de reducir las diferencias de desarrollo entre las regiones europeas: el FEDER, en lo que respecta a la inversión en infraestructura y de ayuda a las empresas, el Fondo Social en su colaboración en la formación profesional y ayuda al empleo y el FEOGA-Garantía en la modernización de estructuras agrícolas.Para cumplir este objetivo de eficacia los fondos duplicarán sus recursos económicos de aquí al año 1993. "Vamos a manejar mucho dinero para que las regiones de la Comunidad puedan vivir sin grandes disparidades", dijo Landáburu. En 1993, el gasto por este concepto será de 14.000 millones de ECU, mientras que en 1987 fue de sólo 7.000. Su peso en el presupuesto comunitario pasará del 15% actual hasta el 25% con la entrada en vigor del mercado único.

Según Landáburu, la política regional de la CE ha notado la necesidad de concentrar su actuación en ciertos objetivos, y esto es un principio básico que se resume en cinco áreas. Los fondos dedicarán una ayuda prioritaria a las regiones en las que el PIB no alcance el 75% de la media comunitaria, una situación en la que se encuentra buena parte del territorio español.

Regiones en declive

Las regiones en declive industrial también recibirán esa ayuda prioritaria, así como las zonas rurales que necesiten reestructurar sus explotaciones agrarias. El empleo también será uno de los objetivos de los fondos tras la reforma. En este sentido, se dedicará una ayuda especial a los jóvenes desempleados menores de 25 años y a los parados de larga duración.

Todas estas ayudas se planificarán con la petición previa de los Gobiernos nacionales y regionales, que tendrán que presentar antes del 1 de marzo un plan de desarrollo de sus regiones a cinco (o a tres) años vista. En el plan se especificará cuáles son los problemas de la región, cuál es la estrategia de desarrollo que se piensa seguir y cuáles son los medios que los gobiernos nacionales y regionales van a aportar para hacer efectiva esa estrategia. Con esos datos, los planes propuestos especificarán cuál es la intervención comunitaria que los gobiernos nacionales desean.

La planificación de la estrategia de desarrollo regional pedirá la colaboración de las regiones afectadas, es decir, la CE no quiere trabajar sólo con los funcionarios de los Gobiernos sino integrar a las fuerzas economicas y sociales de las regiones menos desarrolladas.