El fiscal solicita 31 años de cárcel para una activista del 'comando Madrid'

Carmen Tagle, fiscal de la Audiencia Nacional, solicitó ayer 31 años de cárcel para Inés del Río Prada, integrante del comando Madrid de ETA, y 28 años para Angel Luis Hermosa, como autores de delitos de pertenencia a banda terrorista, tenencia de armas y de explosivos y falsificación de documentos oficiales y de identidad. La fiscal pide también siete años para el ciudadano francés Jean Philippe Casabonne, acusado de colaboración con ETA.

El juicio había despertado gran interés debido a que sindicatos de la enseñanza franceses y españoles habían pedido la libertad para Casabonne -que es profesor en un Liceo- por entender que se ha producido con él una injusticia. El cónsul francés en Madrid y un observador de Amnistía Internacional presenciaron la vista oral.Según el relato de hechos de la fiscal, Inés del Río y Ángel Hermosa recibieron orden del etarra Ramón Echevarría, Okotz, de trasladarse a Andalucía para atentar contra personas y establecimientos vinculados a intereses franceses en España y otros relativos a la defensa nacional. Para ello, el 4 de julio cruzaron la frontera francesa por la zona de Puigcerdá y se alojaron en un hotel de Zaragoza, donde fueron detenidos. Les fueron incautadas dos pistolas, información sobre personas, hoteles, centros de instrucción y de tres hipermercados, además de casi dos millones de pesetas y un manual de explosivos. En un coche que tenían aparcado en las inmediaciones se encontraron 35 kilos de amonal, temporizadores, detonadores y oxígeno líquido.

Según la fiscal, Casabonne estaba encargado de alquilar un apartamento en Torremolinos, en el que los etarras se alojarían.

En el juicio, Inés del Río y Hermosa reconocieron ser miembros de ETA, alegaron haber sido torturados y rechazaron que Casabonne hubiera colaborado con la organización. Ambos se negaron a contestar cuáles eran sus objetivos y sus órdenes. Tras exculpar al francés, abandonaron la sala, bajo el pretexto de que no se les permitía hablar.

Casabonne, para el que su defensor solicitó la absolución, negó toda relación con ETA, aunque reconoció que había conocido a Del Río y Hermosa en su casa de Burdeos. Afirmó que le fueron presentados como refugiados vascos y que acudió a España sólo para pasar sus vacaciones.