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Falsificar, trabajo de chinos

La picaresca también ha hecho estragos en el terreno de la falsificación de billetes de lotería. La manipulación de los décimos es una realidad cada vez más extendida.. Para muchas de las personas que la practican es su principal y, a veces, único medio de vida.Dos métodos son los más utilizados. El primero de ellos consiste en raspar directamente el número y poner en su lugar otro, a fin de conseguir una combinación ganadora. El segundo, es un sistema más radical. Se rompe el décimo y se le pega un añadido. El primero, aun a pesar de ser el método más laborioso y complicado, es el más extendido, llegándose a veces a alcanzar falsificaciones casi perfectas a simple vista.

"Nosotros disponemos de una máquina que comprueba la autenticidad de los décimos", explica Ana, empleada en una administración de lotería de Madrid. "Sin embargo, hemos aceptado billetes sin pasar este control porque aparentemente eran perfectos. Luego resultaron ser falsos", agrega.

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El año pasado se descubrió la denominada mafia oriental, compuesta por hombres de rasgos asiáticos. Este grupo colocó décimos falsificados en la casi totalidad de las administraciones del centro de Madrid y se hizo famoso por el virtuosismo de sus trabajos.

Los décimos de lotería falsificados suelen ser colados de uno en uno, en momentos de gran afluencia de clientes y, por tanto, aprovechando la gran confusión que se produce en el establecimiento. Generalmente se trata de pequeñas cantidades, con premios máximos de unas 5.000 pesetas.

Estas estafas de pequeña entidad obligan a los empleados a restituir el importe de los falsos premios de lotería. Los trabajadores de las administraciones que han picado en la trampa se quejan de una situación delictiva que se resuelve con el dinero de su bolsillo.

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"A mí me colaron no hace mucho dos décimos de 5.000 y un billete falso de 10.000", comenta Laura, empleada en una administración de la calle de San Sebastian. "Estas personas hicieron el día, pero yo lo tuve que poner de mi bolsillo. Éste es un trabajo muy duro; has de andarte con cien ojos", apostilla.

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