El 'victimismo' del Madrid

La mayoría de las corales futbolísticas de los estadios españoles suele repetir una frase especialmente desafortunada: "¡Así, así, así gana el Madrid!" En los últimos tres años, no ha existido un equipo en España que haya desarrollado mejor fútbol y haya tenido tanta calidad como el Real Madrid. Su ventaja ha sido tan abrumadora que hasta ha convertido en aburridos los últimos campeonatos.Por eso sorprende la reacción del Real Madrid tras el accidentado partido contra el Atlético. Tanto sus dirigentes como sus jugadores han querido justificar lo injustificable. El partido fue tan duro y vibrante como es habitual en los derbies, y no habría pasado a la historia de una forma especial si no hubiese sido por la actitud del portero madridista Paco Buyo.

Buyo es un personaje que no cuadra en, la estética actual del Madrid. Es un jugador alocado, provocador, que prefiere el aplauso rápido al elogio de la reflexión, y que contribuye a que se produzcan los errores arbitrales. Con las imágenes de su conflicto con Futre y Orejuela, Rupérez, el cámara de TVE, no ha hecho más que descubrir sus vergüenzas.

Pero, en su alocada carrera y su agresión descubierta, Buyo ha arrastrado consigo a todo el Madrid.Los dirigentes reaccionaron con una nota rescatada del túnel del tiempo en la que acusaban a TVE de "tendenciosa". Algunos jugadores llegaron a defender un mensaje infantil: "Ellos también han hecho cosas malas, y no se han enseñado". Y el gerente, Manuel Fernández Trigo, ha jugado a filósofo: "La maniobra es tan burda y antigua como el mundo rnisino". Parece como si la consigna de matar al mensajero, al pobre Rupérez, se haya generalizado.

El Madrid está tan acostumbrado a ganar que cuando pierde considera que se ha cometido una injusticia. Recurre a un victimismo pueril, como si hubiese sido tan ingenuo de caer en la retórica desaforada de Jesús Gil. Y elude el principal problema: cuando se tiene a un jugador como Paco Buyo en la plantilla, debe asumirse el riesgo de que se produzcan hechos como los que filmó Rupérez.