_
_
_
_

El consumo de drogas será ilegal en Italia, según una nueva ley consensuada con los socialistas

Juan Arias

Rosa Russo Jervolino, la ministra democristiana, responsable de la cartera de Asuntos Especiales presentará el próximo viernes ante el Consejo de Ministros italiano la nueva ley sobre la droga.Esta misma ley, redactada también por su ministerio, había sido rechazada, previamente, por el secretario socialista Bettino Craxi, que la consideró en su primera redacción excesivamente "blanda", sobre todo en lo que concierne a la consideración de los drogadictos.

Craxi pidió que del primer proyecto la ley desapareciese el artículo 80, que afirmaba que era lícito -y por tanto, no constituía delito- el conservar "una módica cantidad" de droga dura para "uso personal".

Al mismo tiempo, solicitó que en la nueva redacción de la ley quedase explícito que drogarse "es siempre ilegal" y que, por tanto, debe ser castigado quien se droga, aunque se trate de la primera vez.

Esta postura de Craxi creó un gran debate en el país. Se le opuso la izquierda, incluso la democracia cristiana, pero al final el presidente del Consejo, Ciriaco de Mita, que no quiere en este momento problemas con los socialistas que lo sostienen en el Gobierno, aceptó que se rehiciese la ley.

La ministra Jervolino anticipó ayer algunos puntos del nuevo texto, que debe aún ser aprobado por el Consejo de Ministros. Craxi ha ganado la batalla al conseguir que las dos modificaciones que él propuso queden recogidas en el nuevo proyecto: Desaparece lo de "módica cantidad" y queda claro que drogarse es "ilícito", ya sea mediante drogas duras o drogas blandas.

Comunidad terapéutica

Lo que no se sabe aún es el alcance de las penas que la ley contempla para castigar a los drogadictos. En cualquier caso, ha desaparecido la idea de la "multa" y la obligación penal de internarse en una comunidad terapéutica para rehabilitarse.Al parecer y según filtraciones del contenido de la ley, los legisladores depositan en la discrecionalidad del juez la facultad de determinar, caso por caso, la pena que considere "más eficaz", teniendo en cuenta el historial del drogadicto convicto.

En lo que sí parece muy severa la ley es contra los traficantes y vendedores de droga, para quienes se solicita hasta cadena perpetua en los casos más graves.

Lo que no ha entrado en la nueva ley, como algunos deseaban, es en considerar las penas carcelarias como castigo a los drogadictos.

Habrá, pues, que buscar soluciones de penas alternativas a la privación de libertad mediante el internamiento en una cárcel, un lugar donde, por desgracia, como hicieron ver algunos ministros, "corre la droga más que en la calle".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_