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González logra endurecer la postura ante Oriente Próximo

La sesión del Consejo Europeo de Rodas concluyó ayer sin que algunos de los temas que más interesan a España, como la financiación comunitaria a la mejora de infraestructura en el transporte, experimentasen gran avance en los debates. Sin embargo, Felipe González sí logró, al menos, endurecer algo las conclusiones finales en lo referente a Oriente Próximo, haciendo que los doce de la CE repitan su llamamiento a EE UU para que "reconsidere" su decisión de vetar la entrada en el país al líder de la OLP, Yasir Arafat, de manera que éste pueda dirigirse a la Asamblea de las Naciones Unidas.Tras varías horas de debate en el apartado de cooperación política, Reino Unido, Holanda y Alemania acabaron aceptando la inclusión, en un texto de tan sólo cuatro líneas, de, una referencia a la declaración del pasado 30 de noviembre, en la que los doce tomaban nota "conpreocupación" del rechazo norteaamericano a conceder la entrada a Arafat. Hasta la madrugada del viernes, toda la referencia a Oriente Próximo se limitaba a hacer constar que el Consejo Europeo había mantenido "una discusión profunda" sobre el tema.

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Fue el propio Felipe González, según dijo él mismo, quien logró ampliar algo el texto de la conclusión, aunque una fuente diplomática británica consideró ayer "poco significativo" el añadido.

La pretensión española de que los Fondos Europeos para el Desarrollo Regional financien en parte la modernización de la infraestructura de transportes "que sean de interés comunitario" no experimentó significativos avances. Lo mismo sucedió con los planes -que seguirán en fase de estudio- para una amplia cooperación en materia antiterrorista: las conclusiones habían tan sólo de "adoptar medidas" en este campo y el de la delincuencia, pero sin especificar más.

España enfrenta ahora su ya inminente presidencia de la CE -González, en una conferencia de prensa ofrecida al término del Consejo, reconoció que será "difícil"- con una acumulación de temas no resueltos durante la ya casi vencida presidencia griega: fiscalidad del ahorro, circulación de personas, cooperación monetaria y aspectos directamente relacionados con la consecuencia del mercado único, como los fitosanitarios y veterinarios, son cuestiones que exigen una urgente resolución a lo largo del próximo semestre. Ello, sin contar otros aspectos relacionados con la política exterior (la deuda de los países en desarrollo) y la cooperación política (Oriente Próximo o el diálogo con América Latina).

En muchos de estos temas, admitió ayer González, la visión española choca con la de otros países comunitarios "del Norte", particularmente con el Reino Unido, cuyas posiciones, como se esperaba, fueron divergentes en varios aspectos de las que sostenían principalmente franceses, españoles, italianos y griegos. Tal vez por ello, González admitió ayer que no esperaba "resoluciones definitivas", ni que se agoten las "propuestas esenciales" en los próximos meses en el campo de la ampliación del llamado "espacio social europeo", cuya sola terminología resulta ingrata a la primera ministra británica.

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Sin embargo, González, que no mantuvo contactos bilaterales con sus colegas europeos durante su estancia en Rodas, de donde regresó a primera hora de la tarde de ayer, dijo ayer que no creía necesario un encuentro con Margaret Thatcher antes de que, el próximo 1 de enero, España asuma la presidencia comunitaria. "No creo que haya que polarizar posiciones, ni entrar en debates nominalistas", dijo.

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