El salón inhibe
Todo se vino abajo. Incluso los cambios artificiales que reflejan transacciones pactadas de paquetes a través del corro. Es el caso de Petróleos (Cepsa) que aguantó durante la semana el vendaval de papel en el sector químico, para acabar sucumbiendo ayer. El salón de contratación de Barcelona inhibe la demanda a partir de la vacilación de ciertos valores. La sesión empieza con los siderometalúrgicos y la atención puesta en tubos (Tubacex) y motor (Nissan). En función de lo que hacen estos valores, los operadores se apuntan a un bombardeo o a un aterrizaje forzoso. Es una suerte de réplica, con mucho sabor local, a las ventas en cascada que sufren los llamados blue chips en los grandes mercados como Tokio o Nueva York. Ayer, motor descabalgó y llegó el diluvio.
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