Quien carece del sentimiento de culpa está enfermo, según Ratzinger

El peligro mayor que acecha hoy a la humanidad "no procede de los misiles intercontinentales sino mas bien del decaimiento de las fuerzas morales", afirmó en una conferencia en la Universidad Católica de Roma el cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregacion del ex Santo Oficio.Con una exposición más filosófica que bíblica, el poderoso cardenal de la ortodoxia católica oficial e inspirador de los documentos papales más conservadores, ha lanzado una especie de manifiesto de lo que, segun él, debe ser la conciencia humana, afirmando que quien carece de "sentido de culpa" padece una enfermedad, del mismo modo que es una enfermedad la ausencia de dolor cuando se esta enfermos.

Y ha añadido que "sin una conversión a Dios por parte de la humanidad, no cabe ninguna vuelta a la moral". Para el vigilante de la ortodoxia católica el mundo de hoy está "enfermo" moralmente, porque ya no sabe distinguir lo que es pecado de lo que no lo es. Y ha llegado a insinuar que puesto que sólo la conciencia "iluminada" por la religión cristiana puede salvar al hombre, todo el que se coloca fuera de dicha fe es incapaz de saber lo que es moralidad.

De ahí que sólo los cristianos, de conciencia iluminada, sean capaces de distinguir lo bueno de lo malo y de legislar sobre lo que es moral e inmoral. Olvidándose de que el Vaticano II había escrito que "en la fidelidad a la conciencia, los cristianos se unen a los otros hombres para buscar la verdad y para resolver juntos los problemas morales que surgen, tanto en la vida de cada uno como en la social".

Ratzinger rechazó el concepto de conciencia como "deificacion de la subjetividad" y tambien la del "super-ego", afirmando con Robert Spaemann que la conciencia "es un órgano y no un oráculo", algo que está dentro de nuestra "esencia".

Pero añadió enseguida, según la vieja doctrina católica conservadora, que dicha conciencia necesita ser "iluminada, formada y educada".