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MOVILIZACIONES CONTRA EL GOBIERNO

UGT destituye a ocho dirigentes que piden la desconvocatoria de la huelga general

La ejecutiva confederal de UGT ha destituido de sus cargos en el sindicato a ocho dirigentes de la Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) que han pedido la desconvocatoria de la huelga general. Según fuentes de UGT, dos de los sancionados -el secretario general de FTT, Francisco Castañares, y el senador Francisco Cabral- mantuvieron el lunes una reunión con el presidente del Gobierno, Felipe González; con su asesor Roberto Dorado y con dos dirigentes del PSOE. Castañares, tras conocer las sanciones, aseguró que Redondo "ha perdido la cabeza y los papeles".

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La ejecutiva de la FTT hizo ayer pública su resolución de "rechazar y no participar" en la huelga general, argumentando que no es un acuerdo del comité confederal "ni en su letra ni en su espíritu, ya que en ningún momento se concretó la utilización de un instrumento de esas características" que sólo creen jusitificado "en casos de desastre nacional, cuya única salida sea la revolución".Según datos recabados por la dirección de UGT, dos de los miembros de la ejecutiva de la federación de la tierra -su secretario general, Francisco Castañares, que es también alcalde de un pueblo de Cáceres y miembro del Parlamento extremeño, y el senador Francisco Cabral- acudieron a la Moncloa el lunes 28 de noviembre, a una larga reunión. En la misma, y según fuentes sindicales, participaron Felipe González, Roberto Dorado, Guillermo Galeote y Francisco Fernández Marugán, junto a seis o siete cuadros ugetistas con responsabilidades en organizaciones provinciales y comarcales.

Francisco Castañares aseguró posteriormente: "En mi vida he estado en la Moncloa ni me he reunido con Felipe González", aunque no recordaba donde estuvo el lunes.

A los dirigentes de UGT Miguel Ángel Ordóñez y Antón Saracíbar les consta que los sindicalistas fueron convocados por el PSOE para "buscar esquiroles dentro de UGT" y así contrarrestar las dimisiones de parlamentarios regionales que se están produciendo.

La ejecutiva confederal de UGT entiende que la oposición al paro no obedece a una decisión de la FTT, sino de algunos de sus dirigentes, y asegura que estos hechos no van a provocar "ni un problema", aunque no descartan que se produzcan presiones similares sobre otros cuadros ugetistas.

Gestora para la FTT

Nada más conocerse la resolución de la FTT, la ejecutiva confederal acordó suspender los derechos de afiliados de ocho de los diez dirigentes de la tierra, lo que les impide ejercer cargos de representación, y nombró una gestora para dirigir la federación, de la que forman parte los otros dos responsables de la FTT que no han suscrito el rechazo a la huelga general.La destitución de los ocho dirigentes se basa en el incumplimiento de la resolución del comité confederal tomada el 5 de noviembre que es vinculante para toda la organización. En ella, el máximo órgano de decisión entre congresos acordó convocar "movilizaciones generales intersectoriales y de cualquier colectivo afectado por las medidas antisociales puestas en marcha". Se registró un solo voto en contra, el del parlamentario del PSOE Antonio Cuevas.

Cuando Castañares conoció las sanciones afirmó que el PSOE jamás le ha presionado y sí se sintió coaccionado en una reunión mantenida el miércoles con Antón Saracíbar, en la que "se me quiso imponer una resolución por la que quedaba disuelta la dirección de Badajoz por haber acordado no secundar la huelga general". Asimismo, aseguró que "Saracíbar ha intentado comprar con dinero sin límite y con cargos a dos miembros de la ejecutiva -Ángel López y María Ángeles Ormeño- para que rompieran la unanimidad".

Entre otras acusaciones, Castañares dijo que "Nicolás Redondo ha perdido la cabeza y los papeles y le da igual cargarse a la UGT con la más brutal represión". En su opinión se está ejerciendo "un auténtico secuestro de las libertades de los dirigentes y afiliados de UGT". También afirma que Redondo "ha roto un modelo sindical y se ha situado en el espacio que ocupaba CC OO". El dirigente sancionado, que considera al actual Gobierno " el mejor de los que ha tenido el país", tiene la esperanza de que se desconvoque la huelga general porque los trabajadores "digan basta, dado que la locura del secretario general de UGT no parece transitoria".

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