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Juanito y Valdano afirman en el Senado que existe 'doping' en el fútbol español

Juanito y Valdano afirmaron ayer ante la comisión del Senado que estudia la violencia en el deporte que el doping existe en el fútbol español: "Yo me he dopado y he tratado siempre con mis denuncias de ser un abanderado contra ello" dijo Juanito, mientras que Valdano afirmó: "La droga en el fútbol existe"'. A la cita en la Cámara alta acudieron también Zubizarreta, Goikoetxea y Hugo Sánchez. El portero del Barcelona dijo que el fútbol y los jugadores se utilizan como "válvula de escape social y político" y Hugo afirmó que la violencia "está bien controlada en el césped pero no fuera".

A las preguntas de algunos senadores respecto a la existencia del doping en el fútbol y su influencia en las actitudes violentas, Goikoetxea, del Atlético de Madrid, contestó con una negativa matizada: "Creo que no hay doping en el sentido de tomar sustancias que ayuden al futbolista a mejorar su rendimiento por medios ilegales, aunque, si hoy nos hacen análisis de orina, posiblemente haya productos prohibidos o dopantes en nuestro organismo porque somos personas y tomamos medicinas como mucha gente".Juanito, ex madridista actualmente en el Málaga, fue más lejos: "Yo he sido siempre un abanderado de estas denuncias de doping porque existe, como en el resto de la sociedad. Yo me he dopado en algunas ocasiones". Y Valdano apostilló: "La droga en el fútbol existe. A los futbolistas les van a decir ahora que orinen en un frasco, pero lo que nadie ha sido capaz de conseguir es darles información para que valoren la dimensión ética y de su propia salud".

Memoria histórica

Respecto a la violencia en el fútbol, Goikoetxea afirmó: "El fútbol en sí no genera violencia, sino una pasión enorme a su alrededor generadora a veces de esa violencia". Para Zubizarreta, "a veces existe una relación directa entre lo que ocurre en el césped y en las gradas, pero antes de comenzar los partidos ya te tiran botes, te insultan y te gritan. Lamentablemente, un insulto en el fútbol se ha convertido en algo normal cuando se considera muy grave en la vida cotidiana. El fútbol es una válvula de escape. Basta apelar a la memoria histórica para comprobar cómo, cuando en este país estaban prohibidas, la ikurriña y la senyera se podían ver en San Mamés y el Camp Nou porque determinados clubes representan a determinados factores socio-políticos"'.

Juanito, que confesó que él mismo se hubiese puesto sanciones "mucho más graves" de las que le cayeron por sus "reacciones violentas y desordenadas" en su carrera'", señaló: "Hay tácticas defensivas que son violentas por sí. Por ejemplo, resulta muy difícil ser violento con la que está empleando el Barcelona porque, con tan pocos defensas, cualquier entrada dura se ve hasta fuera del campo. Y es muy triste observar las reacciones de los padres de los chavales que empiezan, ya que son los que más encima están de ellos exigiéndoles que frenen al contrario como sea".

Pedir perdón

Hugo Sánchez apuntó: "Los futbolistas sólo somos responsables de lo que ocurre en el césped. Ahí sabemos dónde están los límites de la violencia porque hay un juez, el árbitro que te puede expulsar y unos reglamentos que te sancionan. La violencia en el fútbol está controlada en el césped, pero no fuera. A mí sólo me quedó pedir perdón por haber puesto la cabeza debajo de la botella que me lanzaron en Sestao, puesto que no existió ningún castigo serio ni para el agresor ni para el campo".

Valdano expresó: "La tragedia de Heysel, en Bruselas, es la prueba fundamental de la inocencia del fútbol. Todo lo que allí ocurrió no tuvo nada que ver con el juego en sí, pues pasó mucho antes de que los jugadores hubiesen saltado al campo. El fútbol es una especie de remedio contra la frustración social y los futbolistas a lo mejor no somos más que una medicina contra ello".

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