Austero funeral por Cristina Onassis
Unos 5.000 curiosos, desafiando la lluvia, se congregaron ayer frente a la iglesia de Aguia Fotini de Atenas durante las casi dos horas de funeral que el obispo Agazanguelos celebró en rito ortodoxo por Cristina Onassis, fallecida la pasada semana en Buenos Aires a consecuencia de un edema pulmonar. El acto fue sencillo, y sólo el último de sus cuatro maridos, el francés Thierry Rousell, estuvo presente en medio de políticos y armadores nacionales. El cuerpo de Cristina será inhumado hoy en el panteón familiar junto a su padre, Aristóteles, y su hermano, Alexandros, en la isla de Skorpios.
Medio millar de personas se encontraba en el interior del pequeño templo, rodeados de numerosos periodistas. No lejos de donde había sido colocado el féretro ovalado con los restos de, Cristina Onassis estaba Thierry Rousell, su cuarto marido, del cual se divorció en 1987.
Una enorme corona de rosas blancas y crisantemos, con una banda en la que se leía "Athena y Thierry" fue instalada en un lugar bien visible. Athena, de tres años, es la única hija de la difunta y se ha con vertido en la heredera de la fabulosa fortuna de Onassis, evaluada en más de 500 millones de dólares (56.000 millones de dólares). Sobre el ataúd había una cruz de rosas, último tributo de Athena a su madre.
Al acto no acudieron muchas de las personalidades de la alta sociedad mundial vinculadas a Cristina, como su madrastra, Jacqueline Onassis Kennedy. Sí lo hizo el argentino, de origen griego, Jorge Tchomielkgjoglou, de quien la Prensa de su país había asegurado que iba a ser el próximo marido de Cristina.
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