La armonización de retenciones de intereses planteará problemas a España

La armonización del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) entre los doce no conlleva problemas para España pero sí se los plantea la aproximación de los impuestos especiales y la retención sobre los activos financieros. Este fue el mensaje que el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, comunicó al comisario europeo Lord Cockfield, encargado de sacar adelante el mercado único, en un encuentro que mantuvieron ayer en la capital belga.Borrell aprovechó su asistencia a un Consejo de Ministros de Hacienda, que aprobó en segunda la lectura el presupuesto de la CE para 1989 que asciende a 6,18 billones de pesetas, para entrevistarse con Cockfield que ha elaborado un proyecto de directiva que prevé la subsistencia en la Comunidad, a partir de 1993, de dos bandas de IVA: una baja entre un 4% y un 9% y una media entre un 14% y un 20%.

La desaparición a largo plazo del tipo del 33%, que grava en España los artículos de lujo, y un ligero aumento del actual tipo medio del 12% para adaptarse a la futura directiva comunitaria "no nos plantea dificultades", según afirmó Borrell que desearía, sin embargo, que algunos productos o servicios que la Comísión Europea desea someter al tipo medio figuren en la banda baja. El secretario de Estado mencionó la vivienda social, la hostelería modesta, las prestaciones de los abogados etc.

La armonización de las accisas que gravan las bebidas alcohólicas, el tabaco y la gasolina suscita una reacción mucho más reservada por parte de Borrell. "Beber, fumar e ir en coche es hoy en día más barato en España que en cualquier otro Estado rniembro", recalcó.

Hábitos de consumo

"El aumento brusco que nos supondría la aplicación de la directiva", prosiguió, "provocaría cambios en los hábitos de consumo, repercutiría excesivamente en los precios y perjudicaría a los productores de tabaco". El consumo de vino podría, por ejemplo, caer en picado y para evitar que esto suceda el Secretario de Estado preconiza la creación de depósitos fiscales similares a los que existen en EE UU.

La última gran preocupación de Borrell es la armonización a mucho más corto plazo de las retenciones sobre activos financieros que acompaña a la liberalización de los movimientos de capitales pactada la pasada primavera entre los ministros de Economía de los doce. En España esa retención sobre los intereses que generan los ahorros invertidos se eleva al 20% y es una de las más altas de la CE donde en algunos países como el Reino Unido y Luxemburgo no existe. Preguntado sobre qué tipo medio de retención armonizada estaría dispuesto a aceptar, Borrell se resistió a contestar y acabó declarando que "el más cercano al que actualmente tenemos en España".