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Votar con el dólar o con el corazón

Los canadienses se debaten entre el mercado común con EE UU o mantener su propia identidad nacional

Los 17 millones de canadienses convocados mañana a las urnas se debaten entre la elección de un nuevo Parlamento y Gobierno y un referéndum, en la práctica, sobre el sí o el no al acuerdo de libre comercio entre Canadá y Estados Unidos, firmado el pasado mes de enero y bloqueado por el Senado de Ottawa, por entender que atenta contra la propia soberanía nacional y debe ser sometido a la decisión popular. Frente a las ventajas económicas que el proyectado mercado común norteamericano representaría para Canadá, sus oponentes argumentan que tal mercado único supone un serio peligro para la identidad nacional. El orgullo canadiense se debate entre votar con la economía o votar con el corazón.

Cuando el primer ministro, Brian Mulroney, convocó elecciones generales el pasado mes de octubre, los primeros sondeos pronosticaban una abultada victoria de su partido, el Progresivo-Conservador. Como balance de sus cuatro años de Gobierno, Mulroney ofrecía un cuadro económico espectacular, con un crecimiento de] producto interior bruto (PIB) a la cabeza de la OCDE, una inflación de apenas un 3% y una tasa de desempleo inferior al 8%.El desarme arancelario total entre Estados Unidos y Canadá afecta ya de hecho al 80% de los intercambios entre los dos países, que se elevan a la gigantesca cifra de 132.000 millones de dólares (unos 15 billones de pesetas). Pero según el acuerdo firmado el pasado 2 de enero entre el primer ministro Mu1roney y el presidente Reagan, en 10 años se acabarían todo tipo de barreras arancelarias, armonizando los sistemas productivos de los dos países, acabando con las subvenciones y subsidios a la agricultura y a otros sectores y servicios y haciendo sus economías, en definitiva, más competitivas y sólidas frente a las amenazas proteccionistas de la futura Europa de 1992 y de, Japón, los otros dos grandes bloques del mundo industrializado.

Según el primer ministro Mulroney, la puesta en marcha del mercado común norteamericano generaría 250.000 nuevos empleos en Canadá en los próximos años.

Frente a esas optimistas pers pectivas, los oponentes al trata do de libre comercio -los liberales y los neodemócratas- argumentan que la economía canadiense quedaría colonizada por el gigante estadounidense y que la calidad de vida de Canadá se vería mermada al introducir las frías leyes del mercado en los socializados servicios sociales de este país, apoyados con subvenciones y ayudas del Estado federal y de las provincias. Y de esta forma, añaden, se iría acabando con la genuina identidad canadiense y con el orgullo nacional de que hacen gala sus habitantes.

Así las cosas, al final de los 50 días de la campaña los sondeos muestran un virtual empate entre los conservadores en el Gobierno y la oposición liberal, con el tercer partido de los Nuevos Demócratas como posibles árbitros de la situación de incertidumbre que pesa sobre los resultados electorales de mañana.

Dos debates televisados en días sucesivos -el 24 y el 25 de octubre, un día en inglés y otro en francés- entre los tres candidatos dieron un giro total a la campaña electoral. Tanto el liberal John Turner como el neodemócrata de centro izquierda Ed Broadbent acorralaron al primer ministro conservador, Brian Mulroney, acusándole de "fraude" y de "vendedor de Canadá" por haber firmado en enero con Ronald Reagan el polémico acuerdo de libre comercio.

El orgullo canadiense y sus endémicos complejos y temores hacia el vecino estadounidense, en una mezcla de admiración, envidia y miedo, salieron a flote y comenzaron a reflejarse dramáticamente en las encuestas. Y frente al 50% de partidarios del tratado con EE UU de semanas anteriores, se pasaba al 25%, situándose los contrarios al acuerdo por encima del 5 1 %.

De camionero a primer ministro

El actual primer ministro y líder del Partido Progresivo-conservador de Canadá, Martin Brian Mulroney, nació en Baie Comeau, provincia de Quebec, en marzo de 1939. Es licenciado en Ciencias Políticas y en Derecho. Para pagar e sus estudios trabajó en diversas ocupaciones, entre ellas como chófer de camión.Ejerce el liderazgo del Partido Progresivo-conservador -desde el 11 de julio de 15183, después de ocupar diversos cargos ejecutivos en empresas y en la universidad de Quebec. Parlamentario por el distrito de Central Nova (Nueva Escocia) desde 1983, y por el de Manicouagan (Quebec) el 4 de septiembre de 1984, el día 17 de ese mes fue nombrado primer ministro. Está casado y tiene cuatro hijos.

Un liberal inglés

El líder del Partido Liberal, John Napler Turner,nació en Richmond, en elcondado inglés de Surrey, el 7 de junio de1929. Licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas, es miembro del Colegio de Abogados deLondres y de los de Quebec, Ontario y Barbados.Diputado por Montrealen 1962. Fue ministro sin cartera en 1965 y titular de Consumo en 1967.Posteriormente ocupólas carteras de Justicia(1968) y de Finanzas(1972). Trabajó en un gabinete jurídico privadode 1976 a junio de 1984, año en que fue elegido líder del Partido Liberal. El 30 de junio de ese año fue nombrado primer ministro hasta las elecciones generales del 4 de septiembre siguiente, en las que su partido fue derrotado. Está casado y tiene cuatro hijos,

Árbitro entre dos grandes

El líder de los neodemócratas canadienses, Ed Broadbent, un profesor de Ciencias Políticas en la universidad York de Toronto, nació en Oshawa, provincia de Ontario, en 1936. Desde su posición de líder del minoritario Partido de los Nuevos Demócratas, al que las encuestas dan alrededor 25% de los votantes puede tener la clave del futuro Gobierno canadiense que surja de los comicios del 21 de noviembre. Elegido por primera vez a la Cámara de los Comunes en 1968, dirige el partido desde 1975, con un mensaje dirigido al canadiense medio. Calificado por los sectores conservadores como el de los socialistas canadienses, el Partido de los Nuevos Demócratas se sitúa en un espectro político moderadamente socialdemócrata.

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