Horror en Turín por dos muertes mediante el rito satánico

Turín se siente horrorizada por la muerte espantosa de unajoven y de su amigo durante un rito satánico, a las pocas semanas de haber concluido en esa ciudad italiana un congreso internacional sobre el demonio. Un tercer implicado perdió tres centímetros de lengua porque una de las víctimas, su hermano, se los arrancó antes de morir "para sacarle el demonio".La joven, Fosca Setteducati, de 24 años, murió en un baño de sangre, reventada, mientras Giuseppe Gullo, de 29 años, y su hermano Gaspare, de 31, ambos casados y con hijos, intentaban, desnudos, bailando sobre su vientre, echar de su cuerpo una "serpiente demoníaca" que se había introducido en él.

Los vecinos, que habían oído en el corazón de la noche rezos mezclados con gritos, llamaron a la policía. Un carabinero entró en la sala donde se estaba llevando a cabo el rito atroz, pero fue echado con fuerza a la calle por Gaspare, que se le arrojó encima "como un energúmeno" golpeándole con un crucifijo y gritando como un poseído: "¡Váyase, aqui está el demonio!".

El carabinero pidió refuerzos y, echando abajo la puerta, tuvo que asistir impotente, lo mismo que sus compañeros, a los últimos instantes de una lucha feroz entre los dos hermanos en la que Gaspare, con las manos, ahogaba a Giuseppe.

Fosca murió en el lugar del rito; Giuseppe, mientras lo llevaban al hospital; y su hermano Gaspare explicó con el trozo de lengua que le quedaba: "Mi hermano estaba endemoniado. Yo no creía en el demonio, pero vi salir una serpiente de sus pantalones que se fue a meter en las medias de Fosca. Era el demonio, y para sacárselo le apretamos el pecho. Ella estaba de acuerdo. Pero cuando Fosca murió el demonio salió y se metió en mí. Mi hermano me besó para hacerlo salir". En ese momento perdió parte de la lengua.

Los tres jóvenes tenían antecedentes penales y se drogaban. En la habitación la policía encontró algunos gramos de heroína. Pero los médicos afirman que para llegar a un tal estado de alucinación tenían que haber ingerido alguna otra sustancia alucinógena.