La izquierda triunfa en las grandes ciudades brasileñas, según los sondeos 'a pie de urna'
Las tres más pobladas ciudades de Brasil -Sáo Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte tendrán alcaldes de izquierda, según revelaron esta madrugada todos los sondeos realizados por medios de comunicación e institutos de opinión a la salida de las urnas, tras las elecciones municipales de ayer. El resultado no tiene carácter de oficial porque las urnas se abren a las ocho de la mañana de hoy (las once, hora peninsular española), pero confirma todas las previsiones que anticipaban una fuerte derrota del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que gobierna el país, en 22 de los 23 Estados federados.
La candidata del Partido de los Trabajadores (PT, socialista de izquierda) Luiza Erundina, de 53 años, ha ganado la alcaldía de Sao Paulo, donde estaban convocados a las urnas 5,7 millones de electores. La elección de Erundina, de confirmarse, es una sensación: por primera vez en Sao Paulo una mujer llega a la alcadía. La candidata del PT de Lula, era apoyada en Sao Paulo por dos partidos comunistas y el Partido Democrático Trabalhista (PDT,populista de izquierda), de Leonel Brizola.Los sondeos indican que en Río de Janeiro ganó la alcaldía Marcelo Alencar, del PDT de Brizola. En Belo Horizonte, tercera ciudad en número de habitantes de Brasil, el vencedor -siempre según los sondeos-, ha sido el candidato del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB, centroizquierda), Pimenta Da Veiga.
Todo parece indicar que las elecciones de ayer se han convertido en una especie de plebiscito sobre el Gobierno del presidente José Sarney. El resultado, si se cumplen las previsiones de los sondeos de opinión, resultará demoledor para Sarney y el partido del Gobierno, el PMDB.
Si se confirman lo que anticipan las encuestas, el PMDB corre el riesgo de convertirse en un partido con bases rurales en el Brasil subdesarrollado del Norte y Noreste y habrá perdido parte de su carácter de gran partido nacional. Esto no dejará de tener consecuencias para la elección presidencial del 15 de noviembre del próximo año, que será la primera libre y directa después de la última celebrada hace casi 30 años, en 1960.
El descontento con el Gobierno central de Brasilia hizo que en esta ocasión los candidatos del PMDB huyesen como la peste de toda asociación con el presidente Sarney, exactamente lo contrario de lo ocurrido hace dos años. Entonces, en plena euforia del plan cruzado, Sarney era una locomotora electoral y el PMDB ganó 22 de los 23 puestos de gobernador en los Estados federados. Ahora, varios candidatos del PMDB calificaron a Samey de advenedizo en el partido.
Elecciones sin ambiente
En los días previos a las elecciones de ayer, ni en Río de Janeiro ni en Sáo Paulo se palpaba en las calles ambiente electoral, a pesar de que 75,8 millones de brasileños estaban convocados a las urnas para elegir alcaldes y concejales de 4.149 municipios. Sólo los medios de comunicación dedicaban espacio abundante a las elecciones municipales.La propaganda electoral en televisión permitió multiplicar los habituales intercambios de injurias entre los candidatos. En Río uno de los aspirantes a alcalde imitó la idea de la propaganda electoral de Estados Unidos, cuando un cartel presentaba a Richard Nixon con mala cara y preguntaba: "¿Usted compraría un coche de segunda mano a este hombre?". La variante carioca consistió en presentar a dos contrincantes por la alcaldía y preguntar al elector si aceptaría una transfusión de sangre de esos dos hombres. Clara referencia al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), una de las plagas que parecen haber caído sobre Brasil, que, según las estadísticas, es el segundo país con más casos en todo el mundo.
La idea de dar igualdad de oportunidades en las elecciones hace que en Brasil se prohíba la propaganda pagada en televisión. Se ofrece a los candidatos un espacio, que todas las cade nas, aunque son privadas, tienen que incluir a la misma hora. Esto hizo desfilar por las pantallas a toda clase de personajes de la fauna política, que probablemente conseguirán menos votos que el chimpancé Tiao, a quien un grupo de humoristas presentó en broma como alcalde de Río de Janeiro. La broma se convirtió en algo serio, y esto demuestra que cayó en terreno abonado.
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