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El asesinato de un estudiante por unos 'rockers' aumenta las críticas vecinales por la "degradación" de Chamberí

Un joven estudiante de Derecho murió como consecuencia de una puñalada que le asestó un rocker cuando la víctima se encontraba tomando una cerveza a la puerta de un bar del distrito de Chamberí y se negó a dar dinero al agresor. Un amigo de la víctima sufrió otra cuchillada, pero los médicos confían en su recuperación. Este crimen se produce tres días después del que costó la vida a otra persona del barrio. Las asociaciones vecinales sostienen que estos sucesos demuestran la "degradación progresiva" del distrito por la "concentración desmesurada" de bares y otros centros de reunión.

Eduardo Ulloa Parajuá, de 22 años, estudiante de segundo curso de Derecho, estaba la noche del sábado con dos amigos. Tomaban unas cervezas a la puerta del bar El Boquerón, sito en la esquina de las calles de Andrés Mellado y de Meléndez Valdés, cuando se les acercó un grupo de rockers.Uno de los desconocidos se dirigió a Ulloa y le exigió que le diera el dinero que llevase. Pero el estudiante, según sus amigos, se opuso diciendo: "¿Por qué te voy a tener que dar nada?". De forma imprevista, el rocker sacó una navaja y apuñaló en el vientre a Ulloa.

Otro integrante del grupo atacante esgrimió otra arma blanca y pinchó en el abdomen a Carlos Crespo Bonachera, de 23 años, estudiante de cuarto curso de Ciencias Empresariales. Sergio Sáenz López, amigo del asesinado y del herido, tuvo mejor suerte que ambos y no fue atacado por los homicidas.

Eduardo Ulloa fue trasladado al hospital de La Concepción, donde falleció como consecuencia de la cuchillada, que le afectó una arteria y le causó una grave hemorragia interna, según dijo su padre, el abogado Jesús Ulloa Corbeira.

Carlos Crespo fue intervenido quirúrgicamente y ayer se encontraba descansado en una habitación de la tercera planta de la clínica de La Concepción. Un familiar manifestó que el joven se halla fuera de peligro.

Fuentes policiales han informado que el autor del crimen fue un individuo que aparenta entre 20 y 25 años de edad, de 1,70 metros de estatura, complexión normal, pelo corto y moreno, que vestía una cazadora vaquera de color blanco.

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Dos crímenes consecutivos

Estos hechos se producen tres días después de la muerte de Joaquín Rodríguez Ramos, de 49 años, que trabajaba como portero del número 40 de la calle de Guzmán el Bueno. Rodríguez, que estaba el jueves en un bar de la calle de Fernández de los Ríos, fue apuñalado por unos jóvenes cuando se negó a entregarles dinero.Diego Cruz, secretario general de la asociación de vecinos El Organillo, de Chamberí, dijo ayer que "la progresiva degradación" del barrio es consecuencia de los numerosos bares existentes en la zona. "En estos locales", añadió Cruz, "hay un consumo indiscriminado de alcohol. Y donde hay alcohol hay drogas y hay violencia. Pero no vamos a consentir esto".

La citada asociación, apoyada por colectivos de comerciantes y el grupo municipal de Izquierda Unida, asegura que las autoridades gubernativas han respondido a sus quejas "con pasividad, permisividad e inoperancia". Los vecinos se quejan de que no han sido cerrados los locales que favorecen la "degradación" del barrio, y anuncian que los comercios de la zona realizarán el próximo jueves un cierre simbólico durante 10 minutos.

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