Retrato de época

La historia se detiene en 1918 1931 y, naturalmente, 1936. 197 es la terraza desde la que se con templa ese significativo pasado imaginado por Miguel Delibes (Mi idolatrado hijo Sisí) en 1953 Demasiadas fechas tal vez, per oportunamente puestas sobre e tapete por Antonio Giménez Rico -que tiene un Delibes d mayor envergadura: El diputado, voto del señor Cayo- mediante lo que del cine español se esperaba en los primeros meses del post- franquismo: rescatar nuestro pasado reciente, sus causas, la hipocresía atávica, el provincianismo perpetuo, hasta la exactitud en la reconstrucción de los muebles, las cajetillas de tabaco y e péndulo de los relojes de pared La época imponía también osa días como la de la seducción, por Mirta Miller, de un menor. Tras una docena de años, lo que va d Retrato de familia a Jarapellejos podemos ya evaluar la inundación de productos parecidos e nuestro cine y, concretamente, e paso dado por Giménez-Rico, e el que hay el coraje de un film como Vestida de azul y la pulida subvencionadísima precisión d las adaptaciones de nuestros clásicos de la literatura. Mucho echarán de menos la espontaneidad de cosas como El cronicón pero, en cualquier caso, Retrato de familia tiene su valor; por pio nera, por su atenta observación de una época y unas gentes y por el trabajo que Antonio Ferrandis, Amparo Soler Leal y Mónica Randall llevan a cabo.La ración presleyana del día se llama Piso de lona y es el remake de un clásico pugilístico de la Warner con Edward G. Robinson: Kid Galahad. La dirigió e 1962, Phil Karlson, que de la obra y pule sentimentalismos, Vamos, que no es tan hortera e Presley como la pasada semana en Hawai.